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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

30, octubre 2020 - 3:21

Las reglas y los reglazos

Hasta la sepultura

Un día como hoy, pero de hace 60 años, vio la primera luz en Lanús, Argentina, Diego Armando Maradona Franco, quien con el paso de los años se convertiría en uno de los mejores futbolistas en la historia de nuestro querido deporte.

Inició su carrera profesional con el Argentinos Junior, luego logró ser cedido a préstamo al equipo de sus amores el Boca Juniors para luego, inevitablemente, viajar al viejo continente y así enrolarse en las filas del Barcelona.

Su paso por la escuadra blaugrana no fue lo brillante que se esperaba; toda vez que, la hepatitis que padeció y la fractura de peroné sufrida tras asesina entrada de Andoni Goikoetxea le impidieron la continuidad necesaria para lograrlo.

Después fue comprado por el Napolí italiano, en donde se convirtió en el rey, deleitando a los aficionados con un futbol de alto nivel.

En el Mundial México 86, llevó a la escuadra albiceleste a la consecución del título. Todavía se recuerdan los dos tantos que marcó contra Inglaterra en cuartos de final en el Coloso de Santa Úrsula: el de “La mano de Dios” y el segundo “El gol del siglo” en donde se gambeteó hasta a la cocinera.

No están ustedes para saberlo; pero, en ese partido, contra los ingleses, tuve la dicha de asistir al Azteca en compañía de mi papá, siendo testigo de los hechos.

Junto a mí estaba sentado el silbante argentino Carlos Espósito y en cuanto cayó el primer gol de Maradona sin empacho y de primera me dijo alarmado: “fue con la mano… la metió con la mano”. Sinceramente, desde mi lugar, yo no me percaté de ello.

En Italia 80 quedaron subcampeones, mordiendo el polvo mediante polémico penal en contra de Alemania y de ahí vino la debacle del “Pelusa” quien se metió en el oscuro túnel de las drogas para destrozar así su vida personal y deportiva.

En Estados Unidos 94 dio positivo en un control antidopaje y fue suspendido por la FIFA. Su vida ha estado llena de conflictos y litigios: problemas con el fisco, demandas de paternidad, acoso sexual, violencia de género, problemas judiciales con su esposa, hijas y hasta con su representante Guillermo Cóppola, incluso estuvo al borde de la muerte por abuso de sustancias prohibidas.

Su carrera como Director Técnico no ha sido ni la sombra de lo que fue su trayectoria como futbolista. Una vida llena de claro oscuros. Genio y figura… hasta la sepultura.