De pronto se apareció sin querer queriendo en el horizonte del país de la patada el juego de juegos, el ¡ay nanita! El ¡ya vas que chutas! El ¡uyuyúy! (saludos a don Beto el “boticua” hasta el gran palco), llegó el clásico de clásicos” (en su versión copera).

De inmediato la maquinaria de la información comenzó a trabajar a marchas forzadas intentando buscarle el ruido al chicharrón; iguanas ranas, todas las huestes mercadotécnicas le echaron más troncos a las calderas anunciando con bombo y platillos el agarrón.

Pues como se sábanas, por primera vez en la historia se va a trasmitir por las grandes cadenas “televisionudas” del reino, en vivo, a todo color y a todo calor.

No ha faltado el “anti” chiva o águila que ha querido menospreciar el tiro, intentando justificar que La Copa está uno o dos escalones por debajo de La Liga, ambas de apellido MX, porque equivocadamente, muchos de los conjuntos que participan en el torneo de media semana se hacen patos y mandan equipos alternos, bajando (aparentemente) la calidad del certamen (saludos hasta Monterrey a Ricardo Ferreti).

Sin embargo, y nadie de los aquí presentes me va a dejar mentir, en promedio La Copa presenta mucho mejores partidos que su carnala mayor La Liga; basta recordar las últimas ediciones, donde se han tenido que dilucidar los juegos desde los once pasos, pues resultan aguerridos, ofensivos y muy parejos; tal vez porque son a una caída; no a dos como en La Liga, donde el famoso “gol de visitante se convierte en avara y traicionera situación, que nos ha recetado cada juego tan especulativo, defensivo y gris, digno de la “Galería del terror” de la feria ambulante de los “Hermanos Brothers”.

Yo les puedo firmar que, aún siendo un encuentro de Copa, tanto Águilas como Chivas están que se les queman las habas, por darle en la torre a su odiado conocido y por más que se le quiera deslavar, es el Clásico mayor y ese, aún jugándose en canicas, trompo, balero o equis box, ninguno por nada en el mundanal mundo lo quiere perder.

Ambos equipos, según se dice en los corrillos balompédicos, deberían salir con lo más granado de su arsenal, sin embargo, y discúlpeme lo que voy a decir, pero no entiendo ¡por qué, recontra jijos! El entrenador tiene que “darle chance” a su cuadro, que le llevó a esa instancia; con todo respeto para los chavos que ayudaron a su respectivo combinado a estar donde está, es momento de colocar a lo mejor de su arsenal y dejarse de tonterías, los dos equipos están obligados a ganar la copa y la liga siempre, y no están para hacer labor social y dar concesiones a nadie. Perdón.

Por otro lado, es una mentira rayada decir que le quieren echar a perder su centenario a los de Coapa, dando a entender que sería una gran puntada eliminarlos, cuando en realidad el rebaño celestial debería estar preparado para ser campeón y no para jugarle bromas pesadas a su antagonista. Que no manchen su expediente.

De lo que estoy completamente convencido es que será un partido maravilloso, ofensivo y con hartas emociones; y que por ahí se va a decidir desde los once pasos, que ah cómo pesan.

Ojalá que los equipos recuerden quiénes son, saquen sus cubetas y se den hasta con ellas.

Cierro con una obra titulada “Color”

Almeyda es muy callado,

La Volpe siempre es un pillo.

¿Será un clásico rayado?

¡Para mí que es amarillo!

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan