CERCA Y LEJOS

Allá en mis lozanías, recuerdo a un profesor que me daba la cátedra de lectura y redacción, Eduardo era el profe. Un maestro en toda la extensión de la palabra quien siempre tenía una respuesta sobre todo para las dudas existenciales de sus educandos; entonces mexilpán de las pitayas atravesaba por momentos complicados (me suena, me suena) pues había una gran injerencia del poderoso vecino norteño (me suena más… ) ante tal situación un compañerito preocupado por el futuro gris que nos esperaba se acercó al catedrático para escuchar alguna explicación del momento; luego del “¿por qué?” del chaval, Lalo contestó mirando y señalando al cielo: “es un gran misterio y seguramente una pila de causas, lo que sí es una realidad y al mismo tiempo una pena, es estar tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.

Ahora muchos años después estoy seguro que las distancias son lo que le da en la torre a las cosas que nos rodean, no, no es otra circunstancia son simplemente las re cochinas distancias.

El país de la patada es un manual en ese aspecto; por ejemplo, ¿cuántas veces hemos estado tan cerca del quinto partido? Y tan lejos. Gracias a la “audacia” de los técnicos que se vuelven locos y quieren inventar, en un momento dónde está permitido todo… excepto inventar; Lapuente adelantando a Claudio Suárez contra Alemania  en el 1998 o Aguirre sacando del campo a Ramoncito Morales contra los gringos en el 2002; además de otros que ya no me quiero ni acordar; en cambio  Costa Rica, con 90 % menos infraestructura, dinero y poder, ya jugó el anhelado encuentro; ni hablar de los gabachos, que lo hicieron antes.

Iguanas ranas, hemos vivido grandes oportunidades de hacernos de un estratega que pueda revolucionar el balompié doméstico, enderezar el rumbo y llevar la nave a buen puerto; incluso en ésta última oportunidad, luego de que se fue el Piojito y pasó de largo el bilioso de oro, Ferreti; se habló de diez o quince opciones, muchas de ellas muy buenas, parecían por un momento que estaban cerca; y al decantar por Juan Osorio (productor de “dos de lengua con todo”) quedamos, otra vez muy, muy lejos.

Ahora se ha desatado, como corresponde a los atribulados tiempos, vía redes sociales, una serie de mensajes, hashtag dicen los mamilas, “etiqueta” sería lo correcto.

En ellos, se intenta acercar al fut y concretamente a la selección, con la gente, pero (aquí aparece el maldito “pero”) no, están muy lejos. Existe una razón natural y es que “las estrellas” no viven en México, ahí sí ni hablar. En tanto, los días que tienen que venir, los envían como ahora a la ciudad de la eterna primavera en una puntada muy caprichosa; y cuando están en la capirucha los encierran a piedra y lodo en el CAR, lugar dónde no pueden entrar ni sus ángeles de la guarda.

Además de que los chavos de la selección, no tienen por iniciativa, interacción con los aficionados. Hay dos casos extremos y exagerados, “chichagrillo” el inestable goleador, que cada que le pica la pulga, intenta organizar a sus cuates para que le apliquen la ley del hielo a la prensa; y con la afición se da a desear más que Luismi cuando era poderoso. El otro caso es Carlitos Salcedo, sobrevaluado sujeto que casi demanda a su familia, por sus purititas amígdalas. ¿Qué deferencia del defensivo pueden esperar los fans? Y así y así; esos verdes, tan cerca y tan lejos.

Cierro con una obra titulada “Lo importante”

Hoy mirando al tri de lejos,

Que le jueguen con bravura,

Sin complejos… a la altura,

Y si pueden, pues ganar.

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan