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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
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El Pollo de Tlalpan

18, abril 2017 - 12:39

El pollo de Tlalpán

Terminó la semana mayor, iba a decir “Santa”, pero de eso cada vez tiene menos, pues entre que pepenan a ratas por aquí y por allá, y sus compinches les dan la espalda, o peor aún le hacen al Judas, definitivamente el diablo anda suelto. La onda es que durante esos días de asueto me aventé un chapuzón a la internet, vía redes sociales, mayormente en la del pajarito azul, y noté con asombro cómo es que ha dividido a la hermosa familia balompédica, y lo que debería ser un vínculo de acercamiento y comunicación, es solo la herramienta para decir incoherencias, despotricar, mentir o simplemente mandar al demonio a todo aquél que no piense como uno; de dialogar, consensuar, intercambiar ideas, naranjas ni mandarinas.

El primer caso es (otra vez) el del doncito Ricardo “buen Humor” La Volpe; quien a pesar de que su escuadra gana y ocupa un honroso quinto lugar en la tabla, en un furioso ataque de andropausia se le destempló el carácter y se puso flamenco, asegurando que las criticas que le hace la gente que no sabe de fut, se le resbalan; si fuera así, el bigote que dirige no debería de darle tanta importancia y mencionarlas; pero como seguramente no estaba conforme, se aventó una frase digna del museo de Sammy y Miguel Luis, otra vez en contra de los que él considera ignaros de la pelota, “tener un micrófono no te hace experto en futbol, te hace experto en micrófonos, hay que aprender de futbol”.

Bajo esa lógica, mi tía Fuensanta de 70 años, es experta en coches, porque tiene un vehículo; y mi sacrosanto abuelo es experto en anteojos, porque tiene unos.

Por supuesto que las respuestas no se dejaron esperar y le tupieron duro al viejecillo, (con todo cariño) recordándole su uni-campeonato en 33 añitos, o su problema con la especialista en patrullas, o que de plano su equipo era efectivo, pero juega re feo; Parece que La Volpe, no se da cuenta en la institución que está y le tupe duro a la lengua; de continuar así, un día de estos las albas canas que tiene el buen Ricardo Peláez le van a amanecer de color verde.

El otro caso antisocial, es la cuenta de La Máquina celeste de la Cruz Azul, que luego del papelón (¿otro?) del domingo por la tarde, dónde han llevado la “cruzazuleada” a sorprendentes niveles de perfección, pues ahora la hicieron ¡prácticamente en el último segundo del juego! después de eso, el administrador de la cuenta se volvió loco bloqueando a todo aquel mortal que se quejaba o criticaba el accionar de los cementeros, y al contrario de La Volpe, no hubo quien siquiera dijera “pio” ante la exótica actuación. Y en el colmo de la desfachatez, si usted es uno de los que aún no han sido expulsados del paraíso celeste y puede ingresar a echarle un ojo al contenido de la cuenta, se dará tinta que para su próximo compromiso contra el rebaño celestial ¡subieron los precios! Sería de seres de bien, que explicaran por lo menos, que el incremento en las entradas se va a ocupar para la contratación de alguien, tal vez de los cazafantasmas, para ver si ellos pueden encontrar el espíritu que les está pudriendo la vida; de otra manera, es insultante para la fiel y vapuleada afición azul que les hagan eso y no se sorprendan si el sábado por la tarde se atiborra el estadio de la ciudad de los deportes de puros rayados.

Tiene razón mi abuelito cuando dice: “ya deja ese teléfono, ponte a hacer algo de provecho y deja de perder miserablemente el tiempo”.

Cierro con una obra titulada “uno para el otro”: