Con la tecnología de Google Traductor

Mira

El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
titulo-foto

El Pollo de Tlalpan

16, junio 2017 - 12:54

El Pollo de Tlalpan

PARECE que fue ayer, cuando llegó don Edgardo Codesal a la dirección del área técnica del arbitraje nacional de paga; todos los nazarenos se manifestaron en elogios para el único árbitro made in México que ha pitado una final de Copa del Mundo.

Pero cómo dice la canción, el tiempo pasó y el amor se fue; en parte debido a que se formó un grupo casi, casi porril entre los jueces, que querían hacer y deshacer a sus anchas, entonces del Edgardo se interponía en sus gandallescos planes, por lo que terminaron dándole “cuartelazo”.

Históricamente se sabe que los árbitros son harina de otro costal y a lo largo y ancho de los años lo hemos presenciado. Hubo una vez un silbante, hace algunos ayeres, Epifanio Baños, que grabó una charla y luego filtró el video, para darle chicharrón a su jefe don Poncho González Archundia, quien aquella tarde habló sin pelos en la lengua y poniendo los puntos donde van y de paso tundiéndole bien y bonito a la prensa; la grabación fue mal vista por los de pantalón largo tanto que lo invitaron a cerrar la puerta, pero por fuera. Hace unos cuatro años, iguanas le aplicaron una parecida a Francisco Chacón cuando iba en un patas de hule junto con “unos amigos”, el pelón Paco se sintió en confianza y les abrió su corazoncito, explicando que era él un amuleto gigante para los equipos de le bella e industriosa, ciudad de Monterrey y al igual que muchos años antes don Poncho tambor le tupio a la prensa, todo esto sin que Chacón imaginara que “alguien” lo estaban grabando y que iban a utilizar el material videográfico en su contra.

Es decir que santitos, santitos que digamos no lo son los Nazarenos.

Después de Codesal llegó como Director el hermano del Negro González Iñarritu de nombre Héctor; luego de su paso por la selección ingresó por la puerta grande a la comisión de arbitraje, siendo él justamente al que le explotó la bomba en contra de Edgardo Codesal; apechugando como caballero que es González Iñarritu se mantuvo firme en el vendaval, sin darse color que él era el próximo en la línea de “la vendetta del silbato”.

En un acto de irresponsabilidad el gremio detuvo el rodar del balón por sus purititos pantaloncillos; luego de hacer el ridículo porque las máximas autoridades de la justica deportiva mundial los mandaron por un tubo, descargaron su ira contra el carnal del Negro acusándolo de no apoyarles en sus berrinches.

Con la lumbre en los aparejos, los altísimos mandamases sacaron un reflector gigante y encendieron la “brizioseñal” para sacar el buey de la barranca.

Se apareció Arturo (hermano de lalo) y se echó el trompo a la uña.

Su labor no es nada sencilla, pues tendrá que lidiar con todos esos egos desbordados de aquellos canijos del clan de los mal portados, que ya demostraron que son capaces de cualquier cosa.

El señor Brizio deberá hacer malabares para controlar a los “suyos” y convencerlos en jalar para el mismo lado, al mismo calmar todos los rencores que generaron entre los directivos sus huestes luego del paro, además que debe buscar y obtener el apoyo incondicional de quienes lo llevaron y por si no fuera suficiente superar la “leyenda urbana” de su relación con la tele.

Conozco a Arturo, se dé su preparación, profesionalismo y conocimiento, tuve la fortuna de trabajar muchos años con él, por eso me atrevo a darle un consejo: “don Arturo póngase buzo porque ese grupo es unido… un nido de víboras”.

Cierro con una obra titulada “roja directa”

Brizio debe ser negociador,

Las cosas están calientes,

Debe ser encantador…

Encantador de serpientes.

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan