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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
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El Pollo de Tlalpan

23, junio 2017 - 13:49

El pollo de Tlalpan

LUEGO de 1 año 8 meses y 9 días, queda en evidencia que todas las anotaciones que ha hecho Juan Carlos Osorio en su libretita han servido solamente para dos cosas: para nada y para maldita la cosa.

En los últimos tres encuentros ha comenzado perdiendo, aunque terminó empatando dos y ganando uno; pero eso no es tan malo como ignorar que no tiene ahora mismo 15 jugadores en su mejor momento; aún así en esos tres partidos ha utilizado a 24 pelados.

Recuerdo que hace un poco más de un año después de la revolcada que nos dieron los andinos con el famoso siete – zapato, tembló la cúpula y le jalaron las orejotas al llamado “predicador” prohibiéndole esas malditas rotaciones que no llevaban a ninguna parte al equipo; hoy eso quedó en el olvido y regresó a sus manías.

Corregido y aumentado en sus mezclas, Osorio se aventó la puntada de iniciar ante Nueva Zelanda con cuatro centrales y sin un contención, faltándole el respeto a la lógica, al futbol, a su equipo, al rival y a él mismo.

Desgraciadamente ganó México y digo “desgraciadamente” no porque desee que pierda el equipo Tricolor (¡vive Dios!) si no, porque esas victorias maquillan la realidad y le dan alas a las locuras.

En éstos último juegos Juan Carlos ha debido realizar cambios para corregir sus planteamientos encuerando de paso sus desequilibrios; contra los gringos apenas en el minuto 30 sacó a el Hummels azteca por Gallardo; contra Portugal cambió muy tarde a Carlos Salcedo, pues ya había regado gacho el tepache e ingresó a Moreno, mientras que el miércoles sacó de nuevo a Alanís y metió a HH.

Existe una frase muy popular en el mundo del balompié la cual reza “en el futbol ya todo está inventado” máxima que se pasa por el arco del triunfo don Osorio, creo que su falta de pericia al mando de un equipo tan mediático como los es la Selección Mexica, le ha obligado a intentar apantallar a sus jefes inventando planteamientos y el juego contra los Kiwis era una inmejorable oportunidad, pues el made in Colombia creía que iba a golear y con eso darle solidez a sus dichos, tomando en consideración que en el repechaje de la eliminatoria mundialista pasada, los de Oceanía se fueron del estadio con los “topers” llenos pues les dieron hasta para llevar; lo único que no tomó en cuenta el estratega fue que eso lo consiguió el “Piojito”, justamente haciendo lo contrario que él, es decir utilizando a un equipo que llevaba tiempo jugando junto, sin cambios, mezcolanzas ni champurrados.

Lo peor del caso es que al entrenador nacional ya le está desesperando ¡el entrenador nacional! Pues nomás no le encuentra los tres pies al gato ni las mangas al chaleco y quedó demostrado cuando desesperado perdió la compostura y en tres ocasiones le tuvieron que contener sus ayudantes y jugadores, como si se tratara del “malacopa” de unos quince años de barriada; primero cuando se lesionó Carlitos Salcedo le quería masticar el hígado a un integrante de la banca rival y con un perfecto inglés le refrescó la jefa; acto seguido en el conato de bronca en la cancha, Osorio en su banca echó mano a sus fierros como queriendo pelear teniendo que ser sujetado por los suyos; y por último cuando el árbitro pitó el final, chicharito y su banda volvieron a pepenar a su entrenador porque otra vez quería tirar piñas.

Luego de ver todo eso, mi abuelito que es un sabio dijo: “es un error servirse en un vaso roto; pero es necio volverse a servir ahí”.

Cierro con una obra titulada “mi amigo Paco”

Me lo dijo y dice bien,

Mi camarada el buen Paco,

A mí me gusta también,

Y de lengua me como un taco.

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan