Cuando parecía que el famosísimo y corrientísimo grito de ¡Eh pu&%$*”! había pasado a mejor vida en la tristemente recordada Copa Confederaciones, hizo su reaparición con mucha más fuerza en el histórico estadio Qualcomm, en San Diego de todas las californias.

En el primer saque de puerta a favor de Benji, arquero de la selecta, los paisanos de la raza de bronce que se dieron cita en el inmueble, llenaron los pulmones de malcriadez a toda su capacidad y soltaron la frasecita, que casi podría jurar la escuché retumbar en Tlalpan y no por vía satélite, era tan sonora que clarito la escuché en el patio de la casa de todos ustedes.

Por órdenes superiores, supongo, en la telera los comentaristas no dijeron ni pío, tal vez para no motivar a los aficionados del país de la patada y que se comporten en los partidos que el equipo Tricolor (que tiene mucho corazón y en la cancha lo demostrará, ¡uf!)  tiene que jugar a chaleco en la eliminatoria mundialista. Luego, vía redes sociales, supe que la con-caca-f, había llevado a cabo una tímida campaña en Gringolandia en contra del gritito que evidentemente nadie peló.

Con la erupción majadera del domingo en el estadio, otra vez se encendieron las alarmas en la federación, pues con eso de que la omnipotente FIFA los trae entre ojos, parece que se avecina otra sanción y así como son da canijos los “fifos de la fifada” capaz de que quieren agarrar al fut mexica de puerquito (otra vez) y le empina un castigo de esos que sirven de modelo y advertencia para todo aquel que se quiere pasar de tueste; ya ven cómo le fue a Juan Osorio (productor de “Yo no fui, fue teté”) al que le recetaron seis partidos de suspensión por hacerse el gracioso con sus payasadas en la banca.

A esa tensión que se vive por el comportamiento del respetable (y el no tanto) habría que sumar el “factor Osorio” esas locuras patrocinadas por el técnico nacional quien en cualquier instante puede colocar a Chuy Corona (el arquero) de centro delantero, a Orbelín de central, pero suplente; al doctor Serrano de utilero y a Pompilio de Médico; y lo peor de esto que le digo… es que no es un chiste.

Es una pena que tenga que salir a hacerle el quite al locuaz entrenador a puro sombrerazo el respetable Decio de María, en una declaración que me conmovió casi hasta las de cocodrilo, afirmó que se conocían desde siempre los procedimientos del “Predicador” y que seguiría al frente del Tricolor, hasta cumplir el proceso mundialista.

No puede decir que los desequilibrios emocionales y balompédicos del santo señor de la libreta son una vacilada, pues estaría aceptando que se equivocaron en la elección.

Lo único que queda es apechugar un torneo inservible como lo es esta Copa de Oro, que nada más otorga una copa (que no es de oro), pero pone en riesgo al fut nacional con un inminente castigo fifo y deja en tela de duda, la eficiencia del primitivo entrenador y sus absurdas decisiones.

Al ver todo el panorama, mi abuelo que es un sabio dijo: “lo que sucede es que la mayoría no ve lo poderoso que es el caballero don dinero”.

Cierro con una obra titulada “balanza”

¿Qué dejará la de Oro?

¿Un inminente castigo?

¿Ver locuras sin decoro?

Usted será el gran testigo.

Y si no, quéjense a la FIFA

Twitter: @pollodetlalpan