Al mundial ¿a qué?

Con una pobre entrada en el coloso de Tlalpan, el equipo Tricolor que tiene mucho corazón y el la cancha lo demostrará… espero; se clasificó a la fiesta mundialista casi sin despeinarse.

Los soberbios dirigentes no quieren aceptar que el “proyecto Osorio” va en picada irremediablemente, hagan ustedes de cuenta que son como los constructores del Titanic, después que chocó contra tremendo iceberg, dicen que va a flotar cuando está partido a la micha.

Hoy día pocos son los que quieren ver a los verdes y si no hacen algo ya (ese “algo” se los dijo el “Pentapichichi”) les seguirá pegando en la bolsa con pobres entradas y cada vez menos puntos en la telera.

En ese afán por querer alivianar al equipo don Decio De María se aventó la puntada de incluir al universo en un amor incondicional por el “estratega” dijo: “Osorio es muy querido, también lo quiero yo y lo quieren todos”; en esa cascada de amor de entrada hay dos bajas: don Hugo Sánchez Márquez y un servidor, y si usted me apura le podemos sumar a los que no asistieron al estadio y a aquellos que prefirieron salir a cotorrear el viernes por la nocturna o a los que se quedaron en su cantera, pero viendo una película u otro programa en la telera (ya van miles); mejor, si se puede que nos explique quiénes son “todos”, porque se oyen muchos.

Según el termómetro popular la gran mayoría no quiere al técnico, es muy sencillo comprobarlo, basta con ingresar a la cuenta @miseleccionmx en twitter y leer las respuestas y opiniones que se hacen del santo señor, no lo quieren porque es un entrenador molero, (son los únicos que gana), sufre del síndrome del sarampión: nomás le pega a los chavitos, porque cuando se encuentra de frente con un rival grande, importante se le va la cochina al monte y termina haciendo el ridículo en la cancha, en la banca y en todo lugar, eso lo ha demostrado cada que puede.

Justamente esas equivocaciones han colocado a la selección lejos de la posibilidad de ser cabeza de grupo en la próxima cita mundialista, situación que no debería de preocupar a un equipo cuando es canijo, sin embargo los verdes ahora mismo están muy lejos de espantar a alguien con lo que traen.

Aunque usted escuche otra cosa no lo crea, la selección nacional está mal y el futuro en manos del “Profe” está peor; pues continúa hablando del fut como si se tratara de una ciencia exacta, charoleando a sus patrones que evidentemente no le entienden a la pelota y les siguen comprando el humo bien caro. Van al mundial ¿a qué?

Pero ya estuvo su avena y su arroz de sufrir con “Don rotaciones”, mejor hablemos de cosas más agradables.

Con la novedad de que el peladísimo grito está más fuerte que nunca, el viernes en el Azteca, el respetable, el no tanto y el peladaje en general, gritaron hasta que se cansaron cada que el cancerbero panameño realizaba su despeje, tal parece que la estrategia de la Federación no está dando el resultado esperado y por lo visto no habrá remodelación de escuelas y si más lana para las arcas de la insaciable FIFA. Fifos de la fifada.

Cierro con una obra titulada “la misma”

Osorio y su necedad,

No respetan ocasión,

En San José aplicará,

Su maldita rotación.

Y si no, quéjense a la FIFA

Twitter: @pollodetlalpan