Para mi amigo Norberto

Que complicado resulta abstraerse de la maldita realidad.

Otra vez ocurrió y los recuerdos se agolpan llenos de tristeza e impotencia; aunados a una terrible realidad llena de espanto

Sin embargo siempre aparecen rayos de esperanza que devuelven un poco la fe con tantita alegría; y es que ver que de nuevo regresa la solidaridad en un pueblo que es bueno pero se empeña o lo obligan a empeñarse a mostrar el rostro poco amable, con tantas desigualdades, tantas injusticias y tantos abusos de quienes debían poner el buen ejemplo pero no lo hacen.

Y sin embargo otra vez se volcó la gente a la calle no importando edad sexo o posición económica; dado lo que se pude de todo corazón, y así mismo llegan la ayuda de todos lados ininterrumpida amorosa.

El mundo del balón y del deporte en general tampoco se mantuvo al margen de la tragedia y se manifestó de muchas maneras con palmadas de aliento, mensajes de solidaridad y en muchos casos acciones y donaciones muy importantes; todo suma, todo vale, todo cuenta..

Así se pudo ver a Paco Jeméz siendo un voluntario mas cargando y descargando donaciones en la plaza México, sin importar la lluvia y hermanado con todos nosotros paco mostró ese lado humano que siempre se agradece; así como Oribe Peralta que preocupado preguntaba en redes sociales a dónde ir, o qué hacer para ayudar.

El chicharito y Layún en reacción casi inmediata lanzaron una iniciativa conjunta y exitosa; Checo Pérez también se formó entre los primeros ayudando desde lejos, pero en serio; las grandes estrellas de fama universal como Cristiano Ronaldo, Neymar, David De Egea, Iker Casillas, Antoine Griezmann,Luis Suarez, Lewis Hamilton, Floyd Myweather, Paulo Dybala, Karím Benzamá, Radamel Falcao, Raúl González y Rafa Nadal entre otros enviaron su corazón a nuestra tierra.

Todos los equipos mexicanos de todas las categorías, la legión extranjera figuras y no también colgaron su aliento y buenos deseos.

La actividad deportiva se detuvo porque hay prioridades y lo urgente es ayudar, cobijar, rezar y tener fe.

Como muchos, yo también la vi muy cerca, volví a sentir esa sensación interminable espantosa de cuando crees que todo se va a acabar, pero al igual que muchos, también, ahora lloramos a los caídos y sufrimos con los se quedaron sin mucho o sin nada.

Esa maldita realidad.

La tragedia continúa y la herida va a tardar mucho en sanar, pero México es un gran país, poblado en su mayoría de gente buena.

México está de pié.