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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
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El Pollo de Tlalpan

6, octubre 2017 - 11:01

El Pollo de Tlalpán

Antes que cualquier cosa quiero aclarar que el estado de San Luis Potosí es uno de mis estados favoritos junto con los otros estados del bello y sufrido país de la patada; además del estado de gracia y una que otra vez el etílico.

En la capital de ese estado (San Güicho) tendrá verificativo el día de hoy, el tiro entre el equipo Tricolor, que tiene mucho corazón y en la cancha lo demostrará (mínimo hoy) en contra de un plantel que por su nombre parecen dos: Trinidad y Tobago.

Con todo respeto nadie en su sano juicio se podría explicar que el Tricolor pudiera salir del coloso de Santa Úrsula para un juego eliminatorio de Copa del Mundo y menos que fuera a un inmueble tan pequeño de una ciudad no muy grande en el interior de la República Mexicana.

Esto es una muestra más del poco, muy poco respeto que la federación tiene del fut nacional, pero sobre todo de la selección.

Es el efecto dominó, pues se ha devaluado tanto la selección que ahora da lo mismo donde juegue, en una de esas puede aparecer en el “Palillo Martínez” y ni quien diga pío; el entrenador es una vacilada, sus planteamientos un mal chiste, su estrategia politiquería barata y él una broma.

La selección ya está con el boleto en la manopla para ir a Rusia ¿a qué? Eso ya no importa mucho, el negocio está caminando y eso es lo único que vale para ellos; la cúpula del trueno.

Esa cúpula es el reflejo de los tiempos modernos, gente que tiene poder y solamente lo utiliza, para promoverse y tener más poder, ya lo vimos en la desgracia ciudadana donde los políticos, (todos) puercos y trompudos, jugaron (juegan) con la necesidad y lo único que buscan es sacar raja de ello.

¿Cuál es la razón por la que los verdes jugarán en San Luis? Nada más y nada menos porque va a redituar a los directivos una hinchazón de dólares, porque ni deportivamente, ni futbolísticamente sirve para algo bueno el viajecito.

Ahora mismo esa cúpula del trueno actúa como si fuera un sindicato de uno de esos utópicos países, en donde son inservibles y lo único que hacen es enriquecerse a costa de los trabajadores y sus millonarias aportaciones (dicen que si existen esa organizaciones en un lejano país ¡ay nanita!)

La cúpula del trueno hace y deshace según se les hinche cierta parte de su cuerpo y cómo dijo Maussan: “Nadie hace nada”

Aunque en favor de la ley, hay que recordar que alguna vez, hace muchos años Carlos Albert intentó organizar a los guerreros para exigir respeto, pero lo mandaron por un tubo a la voz de “ya”; tiempo después llegó el Chema Huerta, quien hecho un quijote intentó derribar los molinos de injustica, maltrato y abuso, pero tampoco pudo.

Ahora está Rafa Márquez y sus mosqueteros, “Chaco”, el bello Oribe y “Salcita” Salcido, quienes tendrán su momento libertador a partir del sábado.

Ojalá consigan algo, ojalá, no se desanimen ni tampoco se vendan.

Con todo respeto ya hace falta un poco de justicia, donde sea que se dé.

 

Cierro con una obra titulada “mi protesta”

La verdad estoy sentido,

Les pido que no me mientan,

No voy a ver el partido,

Por favor luego me cuentan.

 

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan