QUEDÓ CLARO

El domingo por la mañana de pronto me sorprendió gratamente un mensaje de whatsapp de mi amigo Chucho. Jesús Ubaldo es chilango, pero está avecindado en la hermosa e industriosa ciudad de Monterrey, es un devoto esposo y padre del futuro campeón de la Formula Uno. Mi camarada preguntaba mi pronóstico para la finalísima norteña; le expliqué que según mis cálculos y por la posición de las estrellas, la lectura del café, el horóscopo chino, la cábala egipcia, los caracoles africanos y el volado mexicano, los rayados debían coronarse, siempre y cuando el “Tuca” no dijera otra cosa y aventara a sus Tigres al frente; Chucho me respondió con la foto de un cabrito a las brazas, que por si sola merecía el premio a la mejor fotografía culinaria de la historia del mundo, en lo del fut, estaba de acordeón con este su servilleta. Nos deseamos un buen partido y quedó claro que él Puma y yo Potro, deseábamos un buen espectáculo.

Luego del partido también quedó claro, que Ricardo Ferretti hoy día es el mejor técnico mexicano, a pesar de su peor enemigo: el “Tuca”, ese bigotón mañoso que nada más gana lo que tiene que ganar y luego le pone el freno de mano a su equipo, ese mismo al que Ferretti lo hace volar cuando quiere y que debería arrasar y golear siempre. El “Tuca” le agarró el modo al fut mexica y hace lo que quiere con el permisivo y mediocre sistema y lo aprovecha de la mejor forma; cómo me gustaría verlo en un torneo de a devis, por ejemplo en la Liga Española, a ver si se atrevía a coyotear como lo hace en Acámbaro de las pitayas.

Después del juego de juegos, también quedó claro que para el Mundial del 2022, el centro delantero nacional será un colombiano o un ecuatoriano, o si bien nos va, un chileno, porque gracias a las grandes ideas globalizadoras de los mandamases femexfutos, el domingo en Monterrey iniciaron solamente 6 jugadores aztecas, de los 22 en la cancha, y por cierto, ningún ofensivo.

A este terrible paso, cuando el “Chichagrillo” Hernández ya no esté apto para vestir la verde, ya no habrá centros delanteros nacidos en México jugando en Primera División, al horrible Peralta ya lo descartamos, porque ya está muy mayor.

Aunque también quedó claro luego de la final, que Don Arturo Brizio y Carter, embajador plenipotenciario de la ciudad de México, en Cuernavaca, tomó la mejor decisión al designar a Fernando Guerrero para conducir la gran final y cepillar por fin a las manzanas podridas, que no voy a decir quienes son, porque se pueden molestar Paco Chacón, Roberto García Orozco y Paúl Delgadillo. Guerrero se plantó en el rectángulo de la ilusión con dos amígdalas del tamaño de un melón y un temple como el que usan los cirujanos, cumpliendo como los caballeros su encomienda.

Iguanas ranas quedó claro que la mejor afición está en la bella e industriosa ciudad de Monterrey, conozco de primera mano que la mayoría de los seguidores de Rayados y Tigres, como lo es toda la gente de Nuevo León, son fieles, decentes y muy pero muy apasionados, no así sus barras que ya sábanas que son de índole gamberra.

Tambor de guerra, quedó claro que el “gol de visitante” es una mediocre basura, que solamente sirve para que los medrosos medren, los cobardes se escuden y el espectáculo se opaque, neta es un trámite burocrático encontrarte con el “gol de visitante” en las instancias menores. Si es tan bueno, prodigioso, equitativo y espectacular ¿por qué en la gran final desaparece? ¡no Mánchester United!

Pero bueno ahora es tiempo de las loas y parabienes merecidos para los Tigres del Norte.

¡Ajúa! ¡arriba el norte y si no vean el mapa!

Cierro con una obra titulada “a que te confundo mundo”

La final muy mexicana,

Es un juego que confundo,

¿Fue legión sudamericana?

¿Contra el resto del mundo?

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan