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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
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El Pollo de Tlalpan

9, enero 2018 - 15:26

El Pollo de Tlalpan

 

EL JUEGO DEL HAMBRE

Hace ya algunos ayeres, era un deleite escuchar cuando iniciaba un partido al Inigualable Ángel Fernández gritar: “éste es el juego del hombre”, por supuesto que no se refería al genero si no a la especie, aclaro no sea que se vayan a alebrestar sin razón las ultras.

Sin embargo, para muchos jugadores ese grito podría cambiarse por: “éste es el juego del hambre”, por la tremenda desigualdad que impera en torneos de algunos países.

No hace mucho, los chinos se llevaron al che Carlitos Tévez por una cantidad pornográfica de dólares, a echar patadas a su Liga, mientras la mayoría de los jugadores locales no ganan ni para dar un saludo. Nota: para nadie es un secreto que los chinos son buenos para todo excepto para jugar futbol, a pesar de que tienen millones y millones de jugadores, no arman una ida al baño; es el ejemplo a la inversa de nuestros hermanos charrúas, quienes son muy poquitos en su país, no juntan ni los cuatro melones y tienen una selección potente y jugadores de gran nivel esparcidos por el mundanal mundo; bueno la onda es que Carlitos Tévez se aburrió de su aventura China y se regresó a dar lástimas al Boca Juniors. Esos mismo canijos orientales le han tirado el anzuelo a varios jugadores importantes queriendo ganar prestigio a billetazos, algunos han ido a probar suerte, otros simplemente la dejan pasar, porque es de locos imaginarse que en un equipo pueda haber alguien que cueste cien millones de dólares junto a un local que regalado sale caro.

En el país de la patada la cosa está peor, porque en algunos penosos casos existen equipos completos a los que les adeudan meses completos de sueldo, jugadores a los que les hacen manita de puerco para que aflojen sus pretensiones o se muevan a donde más le convenga al directivo y otras linduras por el estilo.

Ahora es una pesadilla imaginar lo que les puede ocurrir (o les ocurre) a las jugadoras de la primer Liga “profesional” de fut femenil, donde van remando contra corriente, en un camino que tiene hartas espinas y apenas unas pocas de Rosas, pues como se sabanas, la mayoría de ellas no viajan en avión, tampoco reciben dinero de patrocinios, mucho menos les pagan bien sus clubes; por esa última causa la goleadora Alicia Cervantes decidió dejar de jugar para las rojinegras del Atlas, no es para menos, ya que siendo la que más goles metió en el torneo para su escuadra, mínimo merecería un incentivo, que bien podría ser dejar de ganar un sueldo tan miserable, 1500 morlacos al mes. Es de risa lo que se puede leer en su contrato: “equipamiento deportivo 600 pesos; apoyo para transporte 600 pesos y apoyo para prima de seguro y gastos médicos 300 pesos”

Con los primeros 600 varos se puede comprar un short (en rebaja), media playera de la selección, tres pares de calcetas o un zapato de fut; con la ayuda para transporte puede viajar aproximadamente 12 días en puro camión, ni hablar de taxi y por último los 300 pesotes de apoyo para prima de seguro y gastos médicos, le alcanza para un tratamiento para un resfriado común, que ni piense en suplementos o vitaminas. de renta y comidas mejor ni mencionarlo.

Primera baja escandalosa en la liga femenil MX, que tan bien había empezado.

Cierro con una obra titulada “todos coludos”

En ese futbol tan nuestro,

A veces lleno de monstruos,

Ser “igual” es muy siniestro,

Pues son más “iguales” otros.

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan