SIN QUARTERBACK NO HAY PARAÍSO 

La de quarterback es la posición más complicada de cualquier deporte. El que me digan.

No hay un solo jugador que reciba tanta atención y sea sometido a tanta presión y responsabilidad.

En un equipo de futbol americano, el quarterback es quien debe procesar más información, antes, durante y después de cada jugada. Antes, durante y después de cada partido.

El lunes, mientras la mayoría de sus compañeros tienen el día libre o simplemente trabajo de rehabilitación, el quarterback, junto con el coach y el coordinador ofensivo, comienza a diseñar y estudiar el plan de juego para el siguiente partido.

El miércoles es el día en que el equipo recibe el plan de juego, pero para entonces el quarterback debe tener en mente qué jugadas se quedarán y cuáles no en la versión final que se usará el domingo.

Por eso son los mejor pagados y los que tienen los mejores contratos publicitarios.

También por ello es que perder a tu quarterback titular te puede costar la temporada. Basta ver el caso de los Empacadores de Green Bay, que están 0-3 desde que Aaron Rodgers se fracturó la clavícula.

Esta campaña un total de 13 equipos han tenido que usar al menos un quarterback suplente, ya sea por lesión o baja de nivel del titular, y se combinan para un récord de 41 victorias y 66 derrotas.

De esas 13 franquicias, sólo Minnesota (6-2) y Tennessee (5-3) estarían clasificadas a Playoffs si la campaña terminara hoy.

Cleveland, que ha usado al novato DeShone Kizer, a Kevin Hogan y a Cody Kessler, está 0-8 y su única pelea en 2017 es con San Francisco para saber quién tendrá la primera selección colegial el próximo año.

Los 49ers (0-9) han usado a un par de quarterbacks y próximamente le darán la oportunidad a un tercero, cuando Jimmy Garoppolo -recién adquirido en un canje con Nueva Inglaterra– esté listo para debutar con los gambusinos.

Hasta hace una semana, los Texanos de Houston peleaban el título de la División Sur de la Conferencia Americana y un boleto a la postemporada como “Wild Card” gracias al temporadón del novato Deshaun Watson, quien se rompió los ligamentos de una rodilla en una práctica. En su primer partido sin Watson, los Texanos perdieron en casa ante Indianápolis para quedarse con marca de 3-5 y con el sentimiento de que solo un milagro podrá salvar su campaña.

Potros es otro equipo cuya fortuna podría ser otra y no un 3-6 a la mitad de la temporada. La razón es, claro, su quarterback titular. Andrew Luck no pudo recuperarse de una cirugía en el hombro derecho y la semana pasada fue puesto en la reserva de lesionados, lo cual significa que ni entrenará ni jugará en 2017.

Por ello es que Indianapolis se ha visto forzado a tratar de sobrevivir con Jacoby Brissett y Scott Tolzien.

La de Denver es quizá la mejor defensiva de la NFL, pero desde que se retiró Peyton Manning los Broncos están 12-12 y el equipo es tan mediocre como indica su récord.

No por nada dicen que la NFL es la “Liga del Quarterback”.