EL FUTBOL: UN DEPORTE DE LOCOS

“El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad”.

Víctor Hugo

Si el gol es el orgasmo del futbol, como decía Eduardo Galeano, el miércoles fue una noche de éxtasis y desenfreno. El Barcelona logró lo imposible, revirtió una pesada losa de tres goles en siete minutos y de paso rompió todas las estadísticas que había de volteretas, tal vez por eso su entrenador, Luis Enrique, afirmó que el balompié es un deporte de locos. Esta remontada quedará para la historia, será recordada con alegría para los culés y con mucha tristeza para los parisinos, que, teniendo una ventaja cómoda fueron víctimas de su excesiva confianza y de la determinación del contrario. Nadie podrá describir el ambiente, el humor y las caras de los jugadores visitantes al término del partido, seguramente su vestidor transpiraba decepción y enojo. Ahora, la tarea del cuerpo técnico del PSG será regresarle la confianza a la plantilla y ayudarlos a pasar el trago amargo rápidamente.

Pero, qué pasó realmente, cómo un equipo que se mostró tan dominador en el juego de ida puede dar un duelo con tantas concesiones en el de vuelta. Unai Emery sabía que presionando a los catalanes desde su propia cancha y evitando la construcción desde atrás con pelota controlada tendrían grandes posibilidades de ganar la partida. En el primer juego Draxler, Cavani y Di María, junto a los tres de media cancha, Verratti, Rabiot y Matuidi no dejaron ni respirar a los defensivos españoles, poniendo una presión alta y ganando varias pelotas, lo que ocasionó que los culés tuvieran una de sus peores actuaciones. En resumen, esa noche los parisinos demostraron como contrarrestar el juego del Barҫa. Por tal motivo, el Barcelona estaba desconsolado, la mayoría de periodistas y reporteros advertía el final de una era, crónica de una muerte anunciada para la escuela de Cruyff, el tiro de gracia para lo que fue uno de los clubes más ganadores de la década.

Hoy, esos comentaristas que vaticinaban la debacle y daban la extremaunción al 4-3-3 clásico, festejan la remontada y celebran la victoria sin ningún reparo o remordimiento, reporteros de memoria corta que no tienen una posición seria y que sólo buscan la polémica sin ton ni son. ¿Qué dirán ahora los que pidieron un cambio en el sistema del Barcelona, aquellos de lengua fácil e ideas cortas?

En otro orden de cosas, tenemos que reconocer los cambios que hizo Luis Enrique para encarar este duelo. Mandó a la cancha una línea de tres, es decir, quitó a los laterales y puso en su lugar dos extremos volantes. Esta modificación en otras circunstancias hubiera sido descabellada, ya que dejaba casi mano a mano a sus defensas en un contragolpe. Sin embargo, Luis Enrique nunca imaginó que el PSG se replegara tanto en la cancha. Sí, los visitantes no aprendieron la lección del partido de ida y cometieron el error de encerrarse en su área otorgándole toda la iniciativa y posesión a los catalanes. Darle espacio a Luis Suárez, a Neymar, a Messi, es el peor error que un club puede cometer de visita en el Camp Nou. Aunque Emery fue víctima de su miedo y su estrategia medrosa, tenemos que reconocer que esta remontada, como mencionó Luis Enrique, es de locos.

Algo Más. La Comisión Disciplinaria es un caos. La Liga Mx tiene un reglamento opaco y corrupto, donde las sanciones varían según la presión mediática. Nadie sabe para qué sirven las supuestas investigaciones ni cómo asignan los castigos. Patético.

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