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ESTO y algo más. Pedro Peñaloza
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Pedro Peñaloza

21, abril 2017 - 12:05

ESTO y algo más

“Si no escalas las montañas jamás podrás disfrutar el paisaje”

Pablo Neruda

LOS gustos difieren cuando se trata de decidir la liga más competitiva y espectacular del viejo continente, algunos dirán que la española, tal vez la inglesa o la alemana, otros se inclinaran por la portuguesa o francesa, en fin, en esto no podríamos ponernos de acuerdo. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros es que el mejor futbol lo podemos apreciar en las finales de Champions, cada partido es un manjar de táctica, técnica y estrategia. Después de ver un encuentro a la velocidad que juegan estos equipos, parecería que los demás lo hacen en cámara lenta. En esta edición, hemos visto remontadas sorprendentes como la de Barcelona frente al PSG; así como defensas casi impenetrables como la del Atlético de Madrid y la Juventus; pero el club más completo de éste certamen sin lugar a duda ha sido el Real Madrid, y el triunfo frente al Bayern mostró el gran nivel, pero sobretodo un esfuerzo colectivo que no se había visto con Ancelotti ni con Mourinho.

En un primer momento, la elección de Zinedine Zidane como entrenador del Madrid se tomó como una decisión precipitada y sin fundamento, ya que el francés sólo había dirigido al equipo de reservas, es decir, no tenía la experiencia para llegar al banquillo merengue, el cual normalmente estaba reservado a un director técnico con múltiples trofeos y campeonatos. Hoy, los blancos están en primer lugar en el torneo local, tiene pocos lesionados, sus jugadores titulares están al tope de su nivel y esperan rival para las semifinales en la Liga de Campeones. El contexto no podría ser mejor, algo que ninguno de sus antecesores había logrado. ¿Cuál es la fórmula, su secreto? Su éxito se puede describir de la siguiente manera, por un lado, ha podido luchar y aminorar los grandes egos que tiene el conjunto de la capital española. Los ex estrategas nunca pudieron mantener armonía en el vestuario, los futbolistas siempre anteponían sus objetivos personales al grupo, ahora el francés por fin los convenció en que el rumbo del Club les conviene a todos. Por eso, no es de extrañar que en la cancha se hayan terminado la recriminación o la falta de esfuerzo, primero el trabajo en equipo y alentar al compañero. Asimismo, Zidane ha logrado que la banca sea un revulsivo, no tiene once futbolistas a buen nivel, sino que cuenta con veintitrés jugadores que pueden hacer diferencia. Por tal motivo, las cargas físicas y las lesiones no son problema en este fin de campeonato, todos están más descansados por las rotaciones.

Ahora bien, la prueba de fuego de Zidane fue enfrentar al Bayern, equipo que viene arrasando su liga, favoritos para llegar a la final y que cuenta ahora en sus filas a Carlo Ancelotti, lobo de mil batallas y maestro del nuevo entrenador francés. El duelo era clave para mostrarle al antiguo mentor que lo había superado. Mucho estaba en juego.

El encuentro del martes fue de ida y vuelta, el desgaste fue brutal, los dos siguieron a la perfección su estrategia, pero al final mostró el Madrid porque ha estado en siete semifinales consecutivas. Es cierto, que un par de goles del local fueron en fuera de lugar, sin embargo, el triunfo fue merecido, en números, los blancos tuvieron veintitrés oportunidades de gol por cinco de los visitantes. También, la expulsión de Vidal mató a los bávaros porque no pudieron aguantar con diez el ritmo de juego, sin embargo, aunque hubieran estado completos la noche que regaló Cristiano y Marcelo no hay defensiva que la detenga.

Algo más. Pésima actuación de los médicos de Tigres por haber dejado en el terreno de juego al medio de contención Pizarro con la nariz fracturada, la cual puso en riesgo la salud del jugador. Urge un protocolo de emergencia para casos de conmoción o fractura.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz