Con la tecnología de Google Traductor

Mira

ESTO y algo más. Pedro Peñaloza
titulo-foto

Pedro Peñaloza

19, mayo 2017 - 13:28

ESTO y algo más

“La vida consiste en arder en preguntas”.

Antonin Artaud

EL torneo mexicano se reduce a esto: puedes navegar durante 17 fechas, jugar una semana bien y otra ser un desastre, golear y ser goleado, ser primer lugar de la tabla pero perder contra el último, lo único que importa es que no bajes del octavo sitio para poder llegar a la Liguilla, es decir, la constancia no sirve, ni que hayas mantenido el nivel en todas las fechas, lo relevante es que cierres en rachado el campeonato y con un golpe de suerte hasta llegues a ser campeón.

Ahora bien, este mini torneo a eliminación directa tiene grandes incentivos económicos para los clubes que logran calificar, ya que los costos tanto de transmisión como de patrocinadores aumentan. Es cierto, que los equipos se juegan el honor deportivo llegando a estas instancias pero, tras la cortina, está la obligación de los directivos para sus bolsas. Por tal motivo, no es extraño que la Liguilla tenga tantos años como modelo de competencia, porque, además de que cumple los objetivos monetarios, es la manera más rápida para hacerlo con dos campeonatos anuales y ¡16 planteles con posibilidades de levantar la copa! Permitiendo que todos tengan su pedazo del pastel. Pero, ¿qué beneficios o problemas genera tener dos torneos cortos?, ¿el nivel cada vez es mayor o se ha estancado? y lo más importante ¿Esto hace más atractiva la Liga para los aficionados?

Veamos: cada vez son menos la ligas que tienen dos campeonatos anuales, en Europa ninguna se juega con el modelo de eliminación a visita recíproca, la española, alemana e inglesa, tienen el sistema de mayor puntuación y son los que más recursos generan, es más, hasta nuestra fórmula de dos campeonatos cortos copiado del argentino (Apertura y Clausura), ha sido desechado por la Federación de aquel país por sus magros resultados en el desarrollo de sus jugadores y la baja de nivel en sus equipos.

También, en México podemos observar que no se cumple la regla de la mayor inversión, los conjuntos que más gastan no siempre levantan el trofeo o no entran ni a la Liguilla. Real Madrid, Bayer Múnich y Chelsea, tiene la obligación de estar en los primeros lugares de la tabla para poder calificar a torneos internacionales. No lograrlo es un fracaso. En nuestro país no vemos esto regularmente. Si el gasto de jugadores significara hacer la mayor cantidad de puntos Tigres (56 mde) hubiera sido el primer lugar del torneo y no el séptimo. Asimismo, en las semifinales de la Liguilla sólo tenemos dos cuadros que se ubican en el top de gasto según Transfermarkt, Chivas en tercer lugar en inversión (38.1 mde) y los felinos. Toluca (28.2 mde) y Tijuana (28.5 mde) se encuentran en el décimo y onceavo lugar, respectivamente.

Por otro lado, el nivel que vemos en los partidos del certamen regular no suelen tener la entrega que vemos en fases finales. La Liguilla ha fomentado que los jugadores se esfuercen únicamente en fases finales, tienen una “pretemporada” de 17 jornadas para preparar y llegar bien a las últimas fechas. Pero, el aficionado que regularmente asiste al estadio y el que paga por verlo en televisión se tiene que chutar encuentros aburridos y, si a esto le sumamos la renuncia a la Libertadores, único torneo que teníamos para probar nuestro verdadero nivel, el resultado no es nada prometedor. Sí, genera mucho dinero y mediocridad.

Algo más. Varios convocados por Osorio llegan de Europa con pocos minutos y fuera de ritmo y aún así los federativos obligan a dividir la Selección en dos y jugar un par de torneos en el verano para que la maquinita de dólares no deje de trabajar. Normal.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz