Es una profesión

Hace no mucho tiempo, luego de que la FMF firmó un convenio de colaboración con la Real (y pontificia) Federación Española de Futbol, muchos se fueron con la finta y dieron por un hecho que Undiano Mallenco, silbante ibérico, llegaría como instructor de árbitros de la FMF; pero, “del plato a la boca se cae la sopa” y todo quedó en un simple rumor.

Ya habíamos comentado en este mismo espacio periodístico de un sujeto que se estaba ahogando en el mar y una a una fueron llegando (un total de tres lanchas) para ayudarle; sin emrbago, él rechazó la ayuda esperando que Dios llegara a salvarlo. Cuando murió y llegó al cielo le reclamó a Dios: “Yo tenía fe en ti y me dejaste morir” a lo que el creador replicó: “Pues, te mandé tres lanchas”.

Así, utilizando la fábula antes relatada, mencionamos que, en los últimos años, habían sido 20 los excolegiados que habían venido a impartir cursos y/o a hacerse cargo de la instrucción, “bromeando” con que, para salvar al arbitraje mexicano ya les habían mandado “20 lanchas”.

Pues bien, ahora resulta que dicha responsabilidad recaerá en Enrique Osses exárbitro chileno, quien es instructor de FIFA y ahora será el encargado de capacitar a los nazarenos aztecas.

Entre su palmarés figura el hecho de haber silbado más de 100 encuentros internacionales, haber dirigido dos encuentros de primera fase en la Copa del Mundo Brasil 2014 (Costa de Marfil vs. Japón y Italia vs. Costa Rica), Copa América, Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Copa Confederaciones.

Don Enrique era el presidente de la Comisión de Árbitros en el país andino y recientemente fue sustituido, por lo que se encontraba desempleado. Es entonces cuando surge la pregunta: si es tan bueno ¿Por qué lo despidieron?

Parece increíble que no exista un mexicano que cuente con los requisitos para desempeñar tan digno cargo, el que históricamente ha sido ocupado por personajes foráneos. Pero “así semos”. De modo que “la lancha 21” ha llegado de lejanas tierras sudamericanas para salvar, tal y como si se tratara de la “serpiente emplumada”, al arbitraje mexicano, ojalá y logre su cometido

En nuestro país, ser extranjero no es una calidad migratoria … es una profesión.