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Gachupineando. Carlos Ruíz Villasuso
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Carlos Ruiz Villasuso

12, noviembre 2019 - 2:18

Gachupineando

El rejoneo. Esa asignatura pendiente de México. Me pregunto como un país a caballo no ha desarrollado un toreo a caballo acorde sin su vida: a caballo la Revolución, a caballo el charro, sobre una silla de montar la historia de México. Pero no su historia del toreo. Es una especie de paradoja. Al contrario que Portugal, donde se entiende que el rejoneo es la tauromaquia patria, en México la patria ha sido a caballo. El hombre ha sido a caballo.

Hay en México una tradición vistosa y espectacular, aguerrida y valiente en los charros. La charrería, que viene del manejo diario del campo, casi en la genética de lo mexicano, hombres de a caballo con la pericia de los mejores. Que tienen su propia competición, normas, exhibiciones, organizaciones. Pero no dentro del toreo. Es como si la tradición nacional no se hubiera querido mezclar con tradiciones de otros lados. Y la suma de las fuerzas de lo charro y el toreo serían un potencial increíble. El charro debería estar más unido a la Tauromaquia. Y, al mismo tiempo, buscar un trasvase hacia el toreo a caballo. Me dirán que qué tiene que ver el caballo del charro, más breve y más trabajado en lo práctico, con el caballo de los rejoneadores. Pues miren, ambos se llaman caballo. Ambos se ensillan. Ambos alguna vez se enfrentan al toro. Ambos son y pertenecen a los tiempos de manejo a caballo y ambos llevan a un hombre.

El charro es un símbolo mexicano con la misma importancia iconográfica que el mariachi. Abre los paseíllos, pero no es suficiente. Cede su imagen de brava leyenda, tan sólo. Insuficiente como no suficiente fue la presencia tantos años de Hermoso de Mendoza, a cuyo relance no creció el rejoneo mexicano. Una oportunidad de hacer crecer a esta tauromaquia. Torear con matadores de a pie no es una solución ni una inversión. El rejoneo anda en problemas en España. Y necesita abrir mercado, crear nuevas ilusiones y nuevos nombres.

En España las dos grandes figuras históricas, Hermoso y Ventura, no fueron o son figuras del rejoneo sino figuras del toreo y se entiende que hayan sido anunciados en corridas de a pie, convirtiéndolas en mixtas, Pero sería bueno que se apostara también por las ternas de rejones, abriendo caminos. Abrir caminos es la única forma para poder recorrerlos hacia delante.