Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Gachupineando. Carlos Ruíz Villasuso
titulo-foto

Carlos Ruiz Villasuso

22, septiembre 2020 - 8:42

Gachupineando

Novilleros los olvidados

Ocho novilladas en España en 2020. Si le restamos dos antes de la Covid, nos quedan seis. De éstas, cuatro se han dado subvencionadas con dinero público por la Junta de Andalucía. Quedan dos, las que organizó el “malvado” José Montes. Dos novilladas, ésta ha sido la respuesta del toreo a los novilleros tras ‪el 14 de marzo‬. Los novilleros ya no son el problema a solucionar, sino el síntoma de nuestra incapacidad para elaborar una estructura de producción que nos lleve al futuro. Las novilladas comenzaron a ser un problema mucho tiempo antes de que se hablara del mismo, hace unos veinte años. Ahora son un certificado de nuestra incapacidad por detener una sangría de masa social y una estructura que cree una base de toreros para el relevo generacional. Ser matador hoy es un milagro, ser novillero un imposible.

Esconder los datos debajo de la alfombra para esconder la realidad ha sido la única solución planteada durante más de dos décadas. De los 300 pueblos y ciudades que daban novilladas a final del siglo pasado, llegamos a crecer hasta las 412 poblaciones en 2007 para perder de forma sangrante masa social en el mapa español de forma brutal: el año pasado sólo celebraron novillada picadas 144 poblaciones de España. En algo más de una década, perdimos 268 pueblos que celebraban novilladas. No. El problema no sólo no es de ahora, sino de mucho tiempo atrás. Y no. El problema no son los novilleros sino todo el toreo menos ellos. Novilleros y novilladas no son el problema sino las víctimas de todos nosotros, incapaces de lograr una estructura, un plan, un acuerdo para salvar a la base de nuestro futuro.

Toda estructura de cualquier arte o espectáculo tiene una estructura piramidal en triángulo, en el que la base de los que comienzan a aprender el oficio, es mucho mas grande que la parte media y alta de esa pirámide. En todo es así, cine, teatro, pintura, deporte, menos en el toreo. El año pasado había registrados 761 matadores de toros frente a 723 novilleros con caballos. Más profesionales que “amateurs”. De ellos, 139 matadores de toros se vistieron de luces por 116 novilleros. En el año 2014, cuando comenzamos a salir de la crisis financiera, sólo 81 novilleros se vistieron de luces frente, atención, a los 229 toreros de alternativa que hicieron el paseíllo. La pirámide al revés.