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Ida y vuelta. José Ángel Rueda
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José Ángel Rueda

16, diciembre 2021 - 3:20

Ida y Vuelta

Los que ya no están

El domingo pasado, horas antes de la final, me encontré con un video en la cuenta oficial del Atlas. Era una secuencia de las fotografías de todas aquellas personas que se fueron de este mundo sin la dicha de ver campeón a su equipo. Nunca antes, la cifra 70 años sin ser campeón me había parecido tan contundente. Pero el hecho de comprender de golpe lo mucho que son 70 años para una vida me conmovió. El sentimiento se hizo más fuerte cuando en las gradas del Jalisco, los aficionados llevaron las fotos de sus seres queridos, como una ofrenda, en una noche capaz de viajar por generaciones.  

Más allá del partido y lo dramático de los penales, y de ese aficionado que llevo dentro siempre en busca de la épica, me quedo con ese otro juego, el que se libró en la tribuna. Pocas veces la fiesta del futbol es tan visible como lo fue en la grada del estadio Jalisco. El escritor mexicano Juan Pablo Villalobos, atlista hasta cuando su equipo gana, escribió en un breve tuit la esencia del aficionado rojinegro. La gente les discute si fue penal o no, si había fuera de lugar o no, si el triunfo fue merecido, o no, lo que no saben es que la mayoría de los atlistas, en estos días, no hablaban de futbol, sino de otra cosa. 

La final del domingo ejemplificó el origen del hincha, ese que se forma viendo las rabietas del abuelo porque su equipo pierde, o sus lágrimas, porque su equipo gana, ese que imita al padre, hasta en los colores que usa. Ojalá todos ellos fueran eternos. 

El aficionado al futbol, sin importar si era del Atlas o no, pudo sentirse identificado. En lo esencial, me refiero. Recordar aquellas pláticas con sus abuelos, con los tíos, con los amigos, la emoción de ir por primera vez a un estadio, el impacto infinito que produce un campo verde, la adrenalina que genera que miles de personas griten una misma cosa al mismo tiempo.  

Decía Trino, otro atlista ilustre, que las personas que uno recuerda es porque trascendieron en nuestra vida. Mucha razón tiene, Trino. Cuando hago memoria, la mayoría de recuerdos que yo tengo de mis abuelos tienen que ver con el futbol. Este deporte que nos une y nos unirá a través del tiempo, aunque ya no estén.