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Ida y vuelta. José Ángel Rueda
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José Ángel Rueda

21, enero 2021 - 8:12

Ida y vuelta

El futbol del futuro 

Platicaba la otra tarde con un amigo sobre el partido entre el Palmeiras y River Plate, el de la vuelta de la semifinal de la Libertadores. Más allá de que no siempre estamos de acuerdo en las cosas de futbol, ambos coincidíamos en que sin lugar a dudas ese bien podría ser el partido más emocionante de los últimos tiempos. Pensamos en otros y a la conversación sólo salió la vuelta entre el Liverpool y el Atlético de Madrid, el de la Champions pasada, en Anfield, pero como ya sabemos, ese era otro mundo. 

En el mundo de ahora, el de la pandemia, sin duda el de River fue el más emocionante, considerando que por un momento hasta me sentía nervioso, inquieto, cuando en realidad, en otras circunstancias, ambos equipos me importan poco, por no decir nada, pero esa tarde parecía que la historia podía escribirse ante nuestros ojos. Y eso siempre es algo que estremece.

La historia pudo escribirse, pero no se escribió. O alguna otra sí que se ha escrito, pero no la de la épica, sino la de la épica frustrada. El partido pudo terminar con River clasificado pero el VAR descubrió que en cada jugada había algo que debía marcarse, entonces River tenía que empezar de nuevo, hasta que se le terminó el tiempo y la hazaña y las emociones quedaron en nada. 

No quiero hablar de justicia en el futbol, porque no es eso lo que importa. Capaz que el futbol nunca había sido tan justo como lo es ahora gracias al VAR. Pero hay algo que no me termina de gustar, todo lo que afecta a esa sensación que debería de ser espontánea y que cada vez más se nos queda suspendida.  

El grito de gol empañado por la duda de lo que antes pasaba desapercibido. El temor a que una vez pasado el festejo el árbitro se lleve la mano a la oreja como para escuchar atento a una conciencia casi artificial. Lo relativo del tiempo cuando se acerca a la pantalla y delibera el destino del juego, mientras todo a su alrededor se queda suspendido. 

Luego las líneas milimétricas que encuentran fueras de lugar antes impensados, porque las posiciones son tan justas que lo mismo daría un centímetro o no en la mecánica del remate y su consecuencia. Si el futbol del futuro está destinado a evolucionar en esa dirección será difícil acostumbrarse.