GUARDA TU BRILLANTE ESPADA

Me parece que la gran familia del futbol mexicano se puede sentir satisfecha con los actos de violencia que se suscitaron el pasado domingo en la sultana del norte previo al partido Tigres vs. Rayados.

Y digo “satisfechos” porque tal parece que todos hemos puesto nuestro granito de arena para llevar a nuestro querido deporte hasta esta lamentable situación.

Los dueños del balón han jugado un papel determinante, por un lado: al crear, mantener y solapar a los “grupos de animación” que se han convertido en el cáncer del futbol; y por el otro lado, al no respetar los estatutos y reglamentos, siendo muy laxos en las sanciones y castigos, cada vez que se presenta un incidente de esta naturaleza.

Algunos medios, también tienen vela en el entierro al prohijar supuestas rivalidades y “festejar” actos de violencia.

Me explico con un ejemplo. Durante el último “partido molero” disputado por la Selección Nacional, ante su similar de Estados Unidos, hubo un desencuentro entre el mexicano Diego Laines y el defensor Norteamericano Matt Miazga, para que Edson Álvarez, envestido en el papel de vengador, “defendiendo” a su compañero de equipo, se tomara la justicia en sus manos propinando un empellón a Miazga, que terminó por ganarle un cartón preventivo. Salvo honrosas excepciones, todos los “expertos” en futbol avalaron la violenta conducta de Edson.

La liga Mx por su parte, lejos de tomar el toro por los cuernos, se deslindó de toda responsabilidad y en voz de su presidente Enrique Bonilla afirmó que “los pandilleros se disfrazan con la playera de los equipos para hacer tropelías”… lamentable… sin comentarios.

Pero el que se llevó las palmas, fue “el barrendero”, flamante Director Técnico interino del equipo de todos quien se tomó la libertad (por no decir el libertinaje) de declarar que “los agresores no deberían de estar en la cárcel; sino en el cementerio”.

Lo peor es que haya quien avale y respalde las declaraciones del Tuca Ferreti, que incitan a la violencia, sin mencionar que él “no vende piñas” y en otras ocasiones ha protagonizado agresiones verbales y proferido amenazas a los aficionados, como lo hizo en Veracruz, advirtiendo al “respetable” que también había armado camorra “ya irán a Monterrey”.

Han sido muchos los avisos y en esta ocasión a punto estuvo de ocurrir una desgracia mayúscula con la pérdida de una vida humana.

Pero eso sí, ahora todos nos rasgamos las vestiduras y queremos buscar culpables cuando en mi opinión: ha sido un trabajo contante, en equipo, que ya está dando sus frutos… “Venciste Miguel, venciste… guarda tu brillante espada”.