A cualquier santo le reza
El pasado martes 30 de junio, mediante la vía de un disparo desde los once metros ejecutado a lo Panenka, Lionel Messi marcó el gol 700 de su brillante carrera, para beneplácito de sus millones de admiradores.

630 goles, de los 700, los ha logrado enfundado en la casaca del Barcelona, mientras que los otros 70 los ha obtenido vistiendo la playera albiceleste, en 138 partidos, convirtiéndose así en el máximo anotador histórico con la Selección Argentina.

90 de los 700 pepinillos los ha obtenido mediante la ejecución de la pena máxima, 52 veces logró batir la meta enemiga a balón parado, con un tiro libre directo. Y, aunque usted no lo crea, también ha marcado de cabeza, 24 veces, en su trayectoria.
Y así, podríamos dar uno y mil datos más respecto a la calidad balompédica de “La Pulga”, quien, para muchísimos aficionados, sobre todo para los más jóvenes, es considerado el mejor futbolista del planeta.

Bueno sería recordar al nativo del poblado de Tres Caracoles, en el estado de Minas Gerais, Brasil, un 23 de octubre de 1940, que fue bautizado con el nombre de Edson Arantes Do Nascimento y sería conocido en el ambiente balompédico como Pelé.

Pues Pelé metió 1,282 goles en su brillante carrera futbolística. Anotó con la Selección amazónica 95 goles en 107 partidos (Messi, con Argentina, 70 en 138 encuentros). Marcó 12 veces en Copa del Mundo (Messi, 6).

Pero lo más importante, “La perla negra” colaboró a que Brasil obtuviera de manera definitiva la Copa Jules Rimet, al ganar tres Mundiales: Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970, cuestión que “La Pulga” ni en sueños logrará.

Pelé metía goles de todos colores y sabores, de cabeza, de chilena, de palomita, de pirueta, de penal, de tiro libre, con ambas piernas. El 83.1% de los conseguidos por el “Messías” han sido con la zurda, por lo que me atrevo a calificarlo de ser “un jugador de una sola pierna” (Alguien podría decir, sin que le faltara razón: ¡Pero qué pierna!)

Además, en muchas ocasiones a Pelé (literalmente) “lo mataban a patadas”, cosa que ni por asomo ocurre con Leo.

Sé que los adoradores del argentino argumentan que: “era otro futbol”, que “Pelé no jugó en Europa”. No pretendo demeritar a Messi, para nada; junto con CR7, en mi opinión, son los mejores futbolistas del planeta… Pero Pelé es de otro mundo.
El que no conoce a Dios… a cualquier santo le reza.