Intercambio de camisetas

¿Qué les pareció, estimados lectores del Diario de los Deportistas, el Clásico de clásicos celebrado el pasado sábado en la sagrada cancha del Coloso de Santa Úrsula?

Entre las secuelas que dejó el partido están las fuertes críticas que recibió Oribe el “Cepillo” Peralta una vez concluido el encuentro, cuando se le vio, todavía en la cancha, entre risotadas “chacotear” junto con su compañero de rebaño Uriel Antuna con dos elementos del odiado rival: Sebastián Córdova y Jorge Sánchez.

Sinceramente pienso que se equivocó pasando por alto que: “el horno no está para bollos”. Digo, su desempeño con los caprinos ha sido paupérrimo, provocando incluso que algunos líderes de opinión lo inviten públicamente a colgar los botines.

Por otro lado, si bien es cierto que solamente participó durante 11 minutos en el partido, también lo es que la actitud mostrada daba la impresión de que “no le había dolido la derrota” y estaba “tan campante”, importándole un comino que los de Coapa los hubieran humillado.

No puedo dejar de imaginarme a un niño partidario de las Chivas llorando, o a un aficionado que haya perdido la cabellera en una apuesta o a muchos fanáticos del rebaño sagrado recibiendo las burlas de sus amigos… contrastando con la actitud “jovial” (por no decir “valemadrista”) del Cepillo tras la derrota.

Del mismo modo, escapa a mi entendimiento que solamente se ensañen con Oribe, cuando Uriel Antuna, cuya disciplina no ha sido un ejemplo para seguir, también estaba ahí en el jolgorio, dando la misma impresión e incluso se había tomado el atrevimiento de intercambiar la playera con uno de sus victimarios.

Tampoco he escuchado críticas para los americanistas: Sebastián Córdova y Jorge Sánchez quienes, evidentemente, tenían en su posesión la gloriosa playera de las Chivas.

¿Se imaginan un Boca Juniors vs River Plate en que los contendientes intercambien las playeras? O un Barcelona vs. Real Madrid.

Lo cierto es que las opiniones se han polarizado, mientras hay quien piensa que no es para tanto y que lo acontecido no tuvo nada de malo, también están los que creen que fue una afrenta en la que fue violado el respeto al público y el amor a la camiseta.

No me imagino a leyendas de cada uno de los equipos más populares de México, como al “Maestro” Carlos Reinoso o al legendario defensa central Guillermo el “Tigre” Sepúlveda solicitándole a uno de sus adversarios, al término de un clásico … intercambio de camisetas.