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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

30, julio 2021 - 8:00

Las reglas y los reglazos

Sencillito ¿Verdad? 

Son tantos los cambios que ha sufrido la regla de juego que resulta difícil, hasta para los especialistas, asimilarlos. Luego de más de 100 años de no experimentar prácticamente modificaciones, las leyes que rigen nuestro querido deporte fueron reformadas, según esto para simplificarlas y que cualquier aficionado las pudiera asimilar con mayor facilidad.

Así, jornada tras jornada se presentan jugadas que los analistas o público tratan de explicarse, sin contar con: los argumentos, el conocimiento o la actualización reglamentaría necesaria. 

Por ejemplo, el hecho de recibir una tarjeta roja por malograr una clara y manifiesta oportunidad de gol. Existe la creencia de que si la falta ocurre fuera del área es de expulsión; pero que, si la misma infracción sucede dentro se convierte en amonestación, lo cual es erróneo. 

Todas las faltas que frustren una acción de gol serán sancionadas con tarjeta roja, dentro o fuera del área, la única excepción que evitará “el triple castigo” será aquella infracción que sea cometida (dentro del área) intentando jugar el balón. 

En resumen, todas las infracciones que malogren una oportunidad manifiesta de gol serán de expulsión, excepto aquellas que sean cometidas dentro de los 16:50, en las que el defensor intente jugar el balón. 

Otra de las situaciones que “confunden” es cuando se aplica la ley de la ventaja. Si se trata de una patada de tarjeta roja, no se debe aplicar la ventaja. Si se trata de una patada y es de amarilla, invariablemente se debe mostrar la tarjeta una vez terminada la jugada. 

Sin embargo, en los casos de cortar un avance (de promesa o manifiesto de gol), si el árbitro aplica la ventaja, la sanción “baja”; es decir, si era de tarjeta roja, porque aparentemente estaba cortando una oportunidad manifiesta, al término de la jugada (o del gol) solamente se amonestará al infractor. 

Si la acción era de amarilla (por ejemplo, sujetar a un adversario) y el silbante aplica la ventaja, al terminar la jugada o concederse el tanto, no será necesario amonestar al infractor. 

Resumiendo, en los casos de ventaja (siempre y cuando no sea una acción temeraria o violenta) la infracción disminuye: de roja a amarilla o de amarilla a nada. 

Sencillito ¿Verdad?