Que se repita el partido 

Los ojos de todos los que queremos y amamos el futbol estaban puestos en la cancha del Neo Química Arena (antes conocido como Arena Corinthians, en Sao Paulo, Brasil). Apenas se habían jugado cinco minutos del clásico sudamericano, dentro de la eliminatoria rumbo a Qatar 2022, cuando el partido entre la canarinha y la albiceleste fue suspendido por las autoridades sanitarias brasileñas. 

Según esto, cuatro futbolistas argentinos que se desempeñan en el Reino Unido (Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía) habían omitido en la declaratoria para entrar al país amazónico su procedencia. 

Las normas sanitarias brasileñas exigen una cuarentena de 14 días a las personas que ingresen y que hayan visitado el Reino Unido en los 14 días anteriores, debido a la pandemia de Covid 19. 

Al enterarse de los hechos, se les advirtió en el hotel que los cuatro jugadores deberían de permanecer aislados mientras esperaban su proceso de deportación. 

Cuando se percataron, los “angelitos” ya estaban en el estadio y tres de ellos actuarían como titulares, haciendo caso omiso de las instrucciones recibidas por la autoridad sanitaria. De modo que, irrumpieron en la cancha para retirar a los infractores; pero, el equipo completo de Argentina decidió abandonar el terreno de juego, obligando a la suspensión del partido.  

Y es que, ya sabemos cómo se las gastan los pibes, “para muestra dos botones”: 1) La “mano de Dios” y 2) La vez que le proporcionaron un bidón de agua con somníferos a Branco, en un encuentro de la Copa del Mundo Italia 90. 

Se habla de que los oficiales brasileños no actuaron en tiempo y forma para evitar lo que algunos califican como “un hecho bochornoso”, que actuaron con protagonismo, fuera de tiempo y que tuvieron ocasión de hacerlo con antelación y no a la mera hora del partido. Puede ser. 

A mí, no me vengan con cuentos, se quisieron pasar de listos y “les salió el tiro por la culata”. Es cierto que las autoridades de CONMEBOL debieron estar más atentas. También lo es que faltó supervisión por parte de la FIFA; pero, el futbol no puede estar por encima de la soberanía y las leyes que rigen a una nación entera. 

Y, como sucede siempre, la cosa no pasará a mayores. Mamá FIFA dejará que se enfríen las cosas. No hay prisa alguna por tomar decisiones apresuradas. Se abrirá la “clásica investigación”, para salomónicamente decidir … que se repita el partido.