Que gane el futbol 

Mañana sábado, en la Bombonera de Toluca, los Diablos Rojos reciben la vista de las Águilas, en un duelo en la cumbre, en donde se podría decir que estará en disputa el liderato de la competencia. 

Y digo, “se podría decir”, porque, aunque los Choriceros se lleven los tres puntos, los de Copa seguirán al frente de la tabla, por la diferencia de goles, a menos que se llevaran una histórica goleada. 

Además, se verán las caras la mejor ofensiva del torneo, el Toluca, que ha marcado 14 tantos (honor que comparten con los Tigres), frente a la mejor defensiva del campeonato, el América, que solamente ha admitido tres pepinos en contra. 

La H. Comisión de Árbitros decidió delegar la responsabilidad de dirigir las acciones en Jorge Isaac Rojas, silbante que se ha convertido en “VAR dependiente”, debido a que difícilmente termina un partido sin que se vea obligado a consultar el monitor para obrar en consecuencia. 

Y no es que tenga algo de malo auxiliarse de la tecnología; toda vez que el VAR forma parte integral del equipo arbitral; sin embargo, entre más concentrado esté el juez, menos dependerá del auxilio que le pueda brindar la repetición televisiva. 

Don Jorge ya les pitó a ambos equipos en lo que va del torneo. Al Toluca en la fecha uno, cuando vencieron en patio ajeno a Ciudad Juárez al son de un gol por tres, en donde por cierto, sancionó un penalti al minuto 14, con auxilio del VAR, en favor de los dirigidos por Hernán Cristante, que falló Canelo. 

Y en la fecha seis, también le silbó al América, cuando recibieron a los Xolos de Tijuana, cuando los de Coapa se impusieron al son de dos goles por cero. Por cierto, en dicha ocasión, no hubo necesidad de consultar el VAR. 

En mi opinión, el colegiado deberá planear muy bien el encuentro cuidando que no maten a patadas a Sambueza y, paradójicamente, que, al mismo tiempo, no sea Rubens quien le pudra el partido con sus “colmilladas”. 

Tradicionalmente se ha tratado de un duelo con gran rivalidad, con un alto grado de dificultad para los hombres de negro, en donde la polémica, en más de una ocasión, se ha vuelto la protagonista. 

Créanme cuando les digo que, vaya usted a saber por qué, es mucho más difícil pitarlo en la Bombonera que en el Azteca. 

Ojalá el arbitraje no influya en el resultado y … que gane el futbol.