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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

20, noviembre 2018 - 2:08

Las reglas y los reglazos

El tiempo es oro

Vaya que se le ha estado faltando al respeto, no solamente al equipo de todos; sino, a la afición, convirtiendo en una verdadera pachotada todo lo que rodea al equipo tricolor.

La Selección Mexicana de Futbol debería de ser tratada “como la niña de los ojos bonitos”; sin embargo, parece que “el cartel de pantalón largo”, se ha empeñado en convertirla en una verdadera caricatura.

Desde que tengo uso de memoria, ser llamado a integrar la Selección era un verdadero orgullo. Ahora, nuestros valientes soldados de cortos pantalones y largos sueldos, se dan el lujo de condicionar sus convocatorias, anteponiendo los intereses personales a los colectivos.

Para acabarla de amolar, los que vienen, parece que nos están haciendo el favor. Del mismo modo, se han abaratado los llamados hasta el punto de que, ya cualquiera que haya debutado en el máximo circuito, es candidato para integrarla.

La contratación del nuevo timonel nacional, también, se ha convertido en un verdadero galimatías ¿Será tan difícil establecer un perfil y buscar a la persona adecuada?, pero los dueños del balón afirman que ya han entrevistado a 25 candidatos, sin que hasta la fecha pueda salir humo blanco de las oficinas de la FMF.

El tristemente célebre interinato del “barrendero” Ricardo Ferreti ha sido un desastre. De los cinco partidos disputados, se han perdido cuatro (contra: Uruguay, Estados Unidos, Chile y Argentina), mientras que se obtuvo una sola y pírrica victoria ante Costa Rica ¡Que bueno que no se quedó como DT definitivo!

Y me refiero al Tuca como “el barrendero”; toda vez que en su momento, olvidando lo ingrata que es la lengua cuando se atreve prometer y a asegurar, juró solemnemente que “prefería ser barrendero a, algún día, dirigir a la Selección Nacional”. No cabe duda de que “cae más rápido un hablador que un cojo”.

El desempeño del equipo ha sido paupérrimo. No se sabe a qué juega. De la entrega y pundonor que deberían mostrar nuestros futbolistas, luego hablamos.

Parece que nada nos han enseñado los años y se sigue incurriendo en los mismos errores: la falta de contundencia frente al arco enemigo y lo vulnerable de la defensiva, especialmente por el centro y a balón parado.

Lo más grave de todo esto es que se desperdiciaron seis valiosos meses que a la larga, es muy probable que le vayan a hacer falta al próximo entrenador para encontrar el once ideal. Se les olvidó que… el tiempo es oro.