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Mi perspectiva.José Luis Camarillo
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José Luis Camarillo

27, mayo 2022 - 4:11

Mi perspectiva

Fuerza latina

 

Ahora que Darryl Peoples fue reelegido por tres años más al frente de la International Boxing Federation, con sede en EU, con lo cual el mandato del coterráneo de Donald Trump llegará a 13 calendarios, vale la pena remarcar que los otros tres principales organismos están liderados por latinoamericanos.
Así como Darryl Peoples fue arropado por sus paisanos y de directivos de todos los países afiliados a la IBF, lo mismo ocurre con Mauricio Sulaimán (WBC), Francisco Valcárcel (WBO) y Gilbertico Mendoza (WBA).
El tema de que se supone que “Latinoamérica pertenezca a los latinoamericanos”, sin que ésto implique que el WBC, la WBO y la WBA deben tener sus sedes precisamente en las que radican actualmente, viene a beneficiar a un mayor número de peleadores de toda esa área geográfica, y los resultados así lo demuestran.
Por razones del poder del dólar, Estados Unidos lleva ventaja en cuestión de escenarios propicios para los peleadores de esa nación, que rara vez tienen que arriesgarse a ir a otros lugares a buscar un campeonato del mundo.
Incluso, un astro del tamaño de Tyson Fury debió llevar a cabo un proceso para lograr encumbrarse, pero debió hacerlo en suelo norteamericano, con todo y que ya quedó probado, con las más de 90 mil almas congregadas en el estadio de Wembley y la respectiva transmisión aldededor de todo el planeta, que no es por falta de respaldo en ese sentido.
El establecimiento del cuartel general del Consejo Mundial de Boxeo en la Ciudad de México desde diciembre de 1975, cuando Don José Sulaimán fue elegido por ocasión inicial en Túnez, vino a resultar una especie de bendición para una pléyade de pugilistas no solamente de nuestra patria sino de las más diversas naciones en todo el orbe, como lo prueba el aumento de soberanos japoneses, filipinos o tailandeses, por mencionar solamente a tres pueblos que han arrojado a grandes figuras de esta disciplina.
Por otro lado, está el caso del ídolo puertorriqueño Wilfrdo Gómez, quien no hubiese consolidado la idolatría que se le profesa en la Isla de Borinquen de no haber creado el WBC la división supergallo, en la cual el “Bazooka” quedará como el más grande la historia. La ironía es que Wilfredo fijó buena parte de sus cimientos para desde ahí alcanzar la gloria, en sus incontables triunfos sobre peleadores mexicanos.