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Mi perspectiva.José Luis Camarillo
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José Luis Camarillo

24, junio 2022 - 3:46

Mi perspectiva

Cuando doña Isabel González de Chávez esperaba dar a luz a uno de sus 11 hijos, al que daría el nombre de Julio -nacido el día 12 del mes homonimo, en 1962- ocurrieron diversos sucesos gratos para ella, que le hicieron presagiar que se trataría de un ser humano fuera de lo común.

Entre otras cosas, según nos platicó la dama sinaloense en una entrevista especial realizada en Culiacán, destaca que Julio le rompió la fuente de una patada… y con los años resultó que también fue muy bueno para el futbol en su época de estudiante, al competir a nivel nacional también en beisbol y, por supuesto, en boxeo.

Julio César Chávez González, a quien en estas páginas se bautizó como JC o César del boxeo -él así lo ha confirmado-, se convirtió positivamente en uno de los nombres ilustres que forman parte del Libro de los Récords Guinness al meter a 132,274 mil personas al estadio Azteca el 20 de febrero de 1993. Su víctima fue el estadounidense Greg Haugen. 

Apenas el sábado anterior, la Ciudad de México volvió a entrar al Guinness con los 14,299 ejecutantes de la clase de boxeo en el Zócalo. La cifra no pudo ser mayor porque había que guardar una distancia entre cada participante para cumplir libremente con cada una de las rutinas programadas y evitar una posible descalificación.

Irónicamente, contra su voluntad, JC Chávez no estuvo presente porque ese mismo día peleaba en Culiacán su hijo Omar. Cabe decir que seguimos la transmisión por Azteca 7 y coincidimos con Eduardo Lamazón, que en su puntuación dio vencedor a Omar sobre Rafael Ortiz, aunque los jueces se hayan inclinado en su fallo por este último después de 10 intensos episodios. Un empate no hubiese disgustado a nadie.

Omar aprendió de esta experiencia que la condición física es fundamental pues cuando tuvo aire mandó al suelo a su rival -segunda round-, un buen peleador, que se levantó bravío a llevarlo al límite de sus fuerzas.

Uno de los nombres que la familia Chávez González le da al César es el de “Cacho”. En aquella gran entrevista que la señora Isabel nos dio, reveló que le llamó así desde bebé, en alusión a la canción de Consuelito Velázquez que dice “Cachito, cachito, cachito mío”. Muchas anécdotas envuelven a este personaje que todo mundo quiere.