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Minuto 45. Teodoro Cano
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Teodoro Cano

20, febrero 2017 - 14:07

Minuto 45

Por el momento vamos a dejar a un lado la actuación del silbante Santander y las bajas del América debido a lesiones.

Lo importante fue la forma como jugó el Guadalajara, con base en su determinación y actitud, con velocidad en su toque preciso para conducir el balón y dar salida al equipo por todos los rumbos de la cancha, incluso hubo momentos en que se disfrutaba cómo los avances de las Chivas comenzaban por el lado derecho, seguían por el centro, iban hacia el lado izquierdo y luego al derecho, sin que los jugadores del América les pudieran arrebatar el esférico.

El problema que le queda por resolver a Matías Almeyda es el de aprovechar en buen número las oportunidades de gol que se desaprovechan, de ahí que sus triunfos sean raquíticos, pero merecidos. Un verdadero conjunto que se entiende con los ojos cerrados, con jugadores que le dan solidez en todas sus líneas, desde la portería en Rodolfo Cota, que por cierto el sábado pasado nunca tuvo oportunidad de intervenir ante la total ineficacia ofensiva del América.

En la defensa, los centrales Pereira y Alanís son impenetrables y ni hablar de los laterales, dos leones que no sólo defienden férreamente, sino que se van al ataque con determinación y no le permitieron salida por las bandas a las Águilas, sobre todo por el lado de Sánchez, quien va a todas sin arrugarse en ningún momento, incluso por esa ambición de ir por todos los balones provocó una acción antideportiva, pero no creemos que haya sido intencional, de Ricardo La Volpe, quien al ver que su equipo no caminaba se metió a la cancha y pensó que estaba fuera y que el balón había salido, lo tocó y le llegó por atrás el lateral de las Chivas y lógicamente que se iba a encontrar con el técnico rival y se cayó, para que le mostraran la roja a Ricardo y se armara un conato de bronca que no pasó a mayores.

Ni hablar de Edwin Hernández, quien nunca dejó que se escapara por esa banda el velocista Renato Ibarra. Pero la garra, el coraje con el que juegan en la media cancha Juan Vázquez y Rodolfo Pizarro siempre incomodan al rival, en tanto que Eduardo López es el hombre del talento, aunque estuvo por abajo de lo que se espera de él, además de la sobresaliente actuación de Orbelín Pineda, a quien lo vemos por todos los rumbos para cortar avances o iniciar ofensivas para mover a Alan Pulido y Ángel Zaldívar.

Un Guadalajara que ganó a pulso por medio de un penalti cometido por Pablo Aguilar, quien derribó a Pulido en su desesperación de que no se le escapara. Un penalti que ejecutó Zaldívar en gran forma.

Pero qué pasa con el América. Bueno, a pesar de las ausencias de Bruno Valdez, Cecilio Domínguez y que por alguna razón no echó mano de Silvio Romero, las Águilas no funcionaron a lo largo de los 90 minutos. La alineación presentada por La Volpe no era mala, si tomamos en cuenta el plantel que tiene y se esperaba que funcionara y le jugara de tú a tú a las Chivas, pero no, nunca reaccionó. Además, los cambios del técnico en esta oportunidad no funcionaron.

Agustín Marchesín se lució y cuando menos salvó dos anotaciones de los tapatíos. La defensa se vio con muchos apuros, incluso por el lado derecho, por donde Burón en momentos provocó confusiones entre los volantes Güémez y Guerrero, al tratar de ir al frente. Pero lo peor fue que no existió línea media, debido a que William, al no tener quién lo acompañara, no entró en contacto con los ofensivos Arroyo, Ibarra y Oribe Peralta.

El América jugó uno de sus peores partidos ante su archirrival Guadalajara, prueba de ello es que Rodolfo Cota fue un espectador más, nunca se vio en apuros, tuvo una de las noches más tranquilas en lo que va del torneo.

El árbitro Santander no fue la mejor elección, y se comenzó mal y ni siquiera amonestó a Jesús Sánchez, quien se barrió con todo a los pies de Arroyo y ni amonestación hubo, y a los 38 perdonó la roja a Edwin Hernández, llegó por atrás y le dio una golpe en la cabeza y a los seis minutos de la segunda parte expulsó a Miguel Samudio debido a que su asistente Andrés Hernández lo cruzó en esa acción, en la que Samudio peleaba un balón con Jesús Sánchez, quien se cayó y el jugador del América quedó con el pie en el estómago, pero nunca dio un pisotón, incluso había aflojado para no lastimar, pero la decisión ya la había tomado el silbante, quien entre otras fallas no fue consistente en sus marcaciones. A un equipo le permitía alguna falta y al otro no, pero fue para los dos bandos. Sin embargo, se ve que no se tiene confianza en su trabajo. De todas formas, nadie puede quitar méritos al Guadalajara, que fue superior al América.

teodorocanlop@gmail.com