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Minuto 45. Teodoro Cano
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Teodoro Cano

25, julio 2017 - 14:12

Minuto 45

 

El verano amargo de las Selecciones de México, la mayor que finalizó en cuartos lugar de la Copa Confederaciones, en Rusia, y la eliminación en semifinales en la Copa Oro, ya pertenecen a la historia. Claro que duele que nuestro balompié a nivel internacional no logre dar el salto al frente, pero particularmente pensamos que no se le debe cargar todo el peso de los tropiezos al entrenador colombiano Juan Carlos Osorio, lógicamente, por ser el máximo responsable del Tricolor, todos los cañonazos van dirigidos a él, pero ¿hay más culpables?, claro que los hay.

Y no se piense que los jugadores son los más culpables, eso sería injusto, ellos, todos los que tuvieron acción, saltaron a la cancha a brindar su máximo esfuerzo. Dentro de los esquemas utilizados por Osorio, se acoplaron a las instrucciones recibidas durante los entrenamientos y en los partidos, especialmente en la Copa Oro, un torneo que vino a demostrar que el futbol mexicano no está para tener dos selecciones en competencia de alto rendimiento.

Pese a ello, se había realizado una planificación en la que el entrenador nacional integró una lista de 40 jugadores, de donde salió el equipo que fue a Japón, y otro a la Copa Oro, pero ahí surgió el famoso Pacto de Caballeros que los que jugaran en la Copa Confederaciones no podría actuar en el torneo de selecciones de Concacaf, a pesar de que en este evento el reglamento permitía que si los equipos llegaban a semifinales tenían la oportunidad de cambiar seis elementos.

Los participantes clasificados lo hicieron, especialmente Estados Unidos, y ante la ausencia del único centro delantero que se tenía, Alan Pulido, hombre fuerte de la ofensiva, por lesión, quedo fuera y se recurrió a un elemento de la MLS, Érick Torres, quien desgraciadamente no estuvo a la altura de las exigencias, lo cual quedó comprobado en el partido ante Jamaica en la que tuvo dos oportunidades de oro y que falló de forma increíbles, pero no le podemos cargar toda la culpa, ya que el delantero hizo su máximo esfuerzo, pero no tenía para más.

En esa recta final de la Copa Oro se pensó en dos delanteros, Oribe Peralta y Jürgen Damm. El primero, de plano, dijo que prefería descansar; el segundo aceptó con gusto, pero su club lo negó, además existía el Pacto de Caballeros, y ¿qué le hizo falta a la Selección de México, el domingo? Un delantero que pudiera abrir brechas ante las torres defensivas de Jamaica.

Pero vamos directo para conocer en dónde está la falla, sobre todo para el fututo. En el momento que los jugadores que se encuentren en el extranjero comiencen a terminar con su ciclo, ¿de dónde se va a echar mano?

Basta analizar la primera jornada del torneo Apertura 2017, que arranco el pasado fin de semana. En los nueve partidos que se jugaron, se anotaron 18 goles, 16 de ellos fueron conseguidos por extranjeros y solo hubo dos mexicanos que se hicieron presentes en los marcadores, Juan Carlos Vignon, del Atlas y Jesús Isajara, del Necaxa.

Los goles conseguidos por jugadores importados fueron: Enner Valencia de Ecuador, que explotó con tres anotaciones para que Tigres arrancara de forma espectacular el torneo. Dos anotaciones fueron del español Edgar Méndez, del Cruz Azul, y de ahí en adelante con un gol pasaron lista: Matías Alustiza argentino del Atlas, Milton Caraglio, argentino del Atlas, Juan Quiñones, colombiano del Lobos BUAP, Carlos González, Paraguayo del Necaxa, Camilo Sanvezzo, brasileño del Querétaro, Julio Furch, argentino del Santos, Osvaldo Martínez, paraguayo del Santos, Juninho, brasileño de Tigres, Lucas Zelarayán, argentino del Tigres y Nicolás Castillo, chileno de los Pumas.

Se debe tomar en cuenta que los goles fueron de ocho equipos de los 18 que entraron en acción, pero aún esperamos la producción de goles de conjuntos como Chivas, Monterrey, Toluca, Pachuca, Morelia, América, Tijuana, Veracruz, León y Puebla.

A Juan Carlos Osorio lo han dejado solo. Es cierto que Guillermo Cantú funge como director de Selecciones Nacionales, pero no es el indicado, urge la designación de ese director que apoye con conocimiento de causa a Osorio. Candidatos los hay, no muchos, pero que serían ideales para reforzar el cuerpo técnico de las selecciones: Ricardo Peláez sería el ideal si Yon de Luisa no lo tuviera en la lista negra, pero suena Dennis Te Kloese, pero a él déjenlo en las menores, y pensar en gente de futbol de toda la vida, como el doctor Miguel Mejía Barón, quien sería un enorme respaldo para Juan Carlos Osorio y para beneficio de las Selecciones Nacionales, pero no se le toma en cuenta.