México fue uno de los 12 países que participaron en el primer Campeonato Mundial de Taekwondo, desde el lejano 1973, con la presencia de cinco seleccionados, en la época que se le conoció como karate coreano, cuando se practicaba con petos de bambú hasta nuestros días, con sistemas electrónicos y presencia olímpica.

El profesor Dai Won Moon ofreció una exhibición en 1968 y un año después fue contrato por Manuel Mondragón y Kalb, dirigente apasionado de las artes marciales, el nacimiento del sendero de la vida nació en México un año después. Próximo a cumplir 50 años, el taekwondo se ha encumbrado en el olimpo del deporte mexicano.

Si bien, las medallas de oro no se han prodigado como desearíamos, el nivel de exigencia es tan alto que llegar a esa cima no la han alcanzado muchos de los baluartes del taekwondo mexicano. Hay circunstancias históricas y del momento que les impidió llegar a ese honor.

La escuela instaurada por Moon marcó la primera etapa de desarrollo. La segunda fue marcada por el divisionismo y se reflejó en los resultados mundialistas. La constitución de la Federación Mexicana de Taekwondo en 1975 y el reconocimiento de la CODEME, en 1985, marcaron esa etapa.

Después vino un periodo de estabilidad dirigida por el fallecido Jesús Moreno y en estos últimos 16 años, tres gestiones han marcado el taekwondo a través de una selección profesional.

En el caso de los Campeonatos Mundiales, México, solo se ha ido en blanco, en su primera participación en 1973 y luego hasta el 2011 en Gyeongju, la más desastrosa que se tenga memoria, todavía dos años más tarde, en Chelyabinsk, Rusia, solo se rescató un bronce por conducto de Saúl Gutiérrez.

Ahora viene un nuevo periodo con una nueva generación que sostiene María Espinoza y como principal baluarte Carlos Navarro. El nuevo directivo Francisco Raymundo González tiene como principal propósito la profesionalización de su deporte.

Uriel Adriano, después de seguir el Campeonato del Mundo mencionó que se distinguió este certamen por el bajo nivel técnico, los competidores no saben patear. Lo secundó el entrenador Reynaldo Salazar, en cuanto a esa precisión técnica del campeón mundial del 2015.

En términos generales mejoró el equipo nacional en Muju, Corea del Sur, y ahora ver hacia el futuro, con la misma convicción de un trabajo de equipo. En tanto, la Federación Mundial de Taekwondo, tendrá que hacer una evaluación de algunos cambios de reglamento que afectaron a muchos competidores por la forma de juzgar de los jueces.

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