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Pausa de los dos minutos. Gildardo Figueroa
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Gildardo Figueroa

18, enero 2017 - 11:22

Pausa de los dos minutos

No debe sorprendernos lo ocurrido en Dallas

Tres días después seguimos hablando de la eliminación de los playoffs de los Vaqueros de Dallas. No cabe duda que el equipo de la “Estrella Solitaria” desborda pasión en todo el mundo de la NFL.

La expectativa es muy alta siempre. En la mente de Jerry Jones, dueño de la franquicia, siempre está la idea de que su equipo siempre está armado para ganar el Super Bowl.

Debido a la exposición mediática tan grande que tienen los Vaqueros, la afición exacerbada y radical al “Equipo de América” y un marketing impresionante, hacen que sus millones de aficionados en Estados Unidos, en México y en el mundo crean las palabras de su dueño.

Había ocasiones en que esa creencia era muy real, especialmente cuando tenías a un Troy Aikman, Emmitt Smith y Michael Irvin en plenitud, quizá todavía cuando tu entrenador en jefe era Bill Parcells y contabas con Drew Bledsoe, luego con Tony Romo y Terrell Owens, pero cuando tienes un mariscal de campo novato como Dak Prescott, no existe razón alguna para creer que llegarás y que ganarás el Super Bowl. Eso es vivir engañado.

El domingo pasado vimos claramente como Aaron Rodgers, un quarterback que tuvo que hacer banca durante varios años aprendiendo de Brett Favre en Green Bay, se comportó como un grande y ganó un partido que resultó muy emocionante.

Históricamente NUNCA un equipo con un pasador titular novato ha llegado al Super Bowl. Lo más cercano fue Tom Brady en su segundo año como profesional. Ben Roethlisberger perdió la Final de la AFC en su primera temporada. Dan Marino perdió en ronda divisional. Y muchos otros como Peyton Manning o Terry Bradshaw, ni siquiera calificaron a postemporada en su año de novatos y la gran mayoría terminó con marca perdedora.

Si bien es cierto que Dallas contaba con el líder corredor de la liga, el también novato Ezekiel Elliott, la realidad muestra que los Vaqueros no pudieron ante los equipos grandes.

Por un lado, el calendario 2016 indica que el “Equipo de América” derrotó a Green Bay, a Pittsburgh y a Baltimore, pero es un hecho que no se encontró con estos equipos en su mejor momento. Los Empacadores estaban en su racha perdedora, mismo caso de los Acereros que contaban con Roethlisberger regresando de su lesión y los Cuervos habían perdido varios jugadores por lesiones.

Los Vaqueros perdieron dos veces ante los Gigantes de Nueva York, un equipo con un ataque muy bueno, con un quarterback con experiencia y recursos; y finalmente, con muchos reservas cerraron la campaña cayendo ante un cuadro de Filadelfia que terminó muy fuerte.

En diciembre, cuando todos juegan a su máximo nivel, Dallas pasó serios aprietos con Minnesota, Tampa Bay y Detroit, tres equipos de media tabla que tuvieron chispazos durante la campaña y para esas fechas los Vaqueros debieron haberlos borrado por completo.

En resumidas cuentas, no fue la temporada tan dominante de Dallas como se hubiera pensado o como nos querían hacer creer. Como escribí en este mismo espacio antes de que comenzaran los playoffs, todos los equipos que calificaron en la NFC podían indigestársele a los Vaqueros y para su mala fortuna, les tocó el rival más fuerte y más enrachado, con el mejor pasador de la liga, Green Bay.