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Somos Versus
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Somos Versus

15, diciembre 2021 - 4:02

Somos Versus

Alexia De la Cruz Aguilar 

La visibilización es una de las herramientas más importantes que el deporte femenil actual necesita para que lleguen más personas conozcan el trabajo y la calidad de quienes lo juegan. Un camino largo se ha recorrido y es uno que debemos seguir trazando sin esperar que haya una línea final. 

Cuando el árbitro pitó el final de los 90 minutos que le dieron el pase a Atlas a la final de la Liga MX, las cámaras se tornaron al palco donde las amistades y familiares de los directivos festejaban. Alguien en específico se robó la atención. Una niña, celebrando con gritos y puños el pase a la final de su equipo. 

La clara felicidad de esta niña dio la vuelta en redes sociales. Usuarias, usuarios y usuaries de las plataformas compartieron lo que el deporte significa, especialmente, para aquellas aficionadas que siguen a sus equipos en cada desafío. Esto es un claro ejemplo de cómo las nuevas generaciones están expuestas a los deportes de todas las ramas y cómo las ayudan a tener referentes en el mundo del deporte. Por otro lado, las atletas que hoy son ídolas tuvieron que buscar por todos lados esa imagen que se pareciera a ellas y las hiciera soñar en llegar a lo más alto.

¿Qué pasaría si las coberturas de los torneos y competencias se equilibraran? ¿Qué hubiera pasado si Atlas Femenil también hubiera podido oír el rugido y la pasión de su afición cuando saltaron en busca de su primera final? 

Una de las piezas claves a la equidad, y que hace que la brecha entre las ramas varoniles y femeniles se vaya haciendo más y más pequeña, es la visibilización. No hablamos solo de que ellas sean protagonistas en mercadotecnia o en portadas, que también es clave, nos referimos a que tengan las mismas oportunidades comerciales, que sus partidos se transmitan a tiempo y en televisión abierta, que participen en la generación de acuerdos que les competen y a sus respectivos deportes. Los medios de comunicación y las personas detrás de las redacciones juegan un papel importante para que esto suceda, que sea una constante, que se les dé el tiempo debido y no sea algo excepcional verlas en los programas de análisis o en las notas de los periódicos. A los medios deportivos, esperamos ser claras: queremos verlas más. 

En repetidas ocasiones hemos sido testigos de lo que pasa cuando al deporte femenil se le pone en el lugar debido y el efecto que causa en términos personales y profesionales para las involucradas. Este último mes pudimos observar y seguir cómo, jugadoras y torneos, fueron el foco de atención de varios de los grandes medios nacionales e internacionales, del alcance que se logró y del trabajo que se sigue haciendo para que no debamos esforzarnos ni estresarnos para verlas jugar desde cualquier parte del mundo. Los ratings hablan por sí solos, el deporte femenil vende, es popular y crece jornada tras jornada. 

Los testimonios y los textos del mundial femenil que se celebró en México 1971 coinciden en que este torneo fue un éxito gracias a que todas las selecciones participantes, los patrocinadores, la afición, el recinto donde se disputaron estos enfrentamientos y demás factores fueron del más alto nivel. Todas las partes involucradas se lo tomaron en serio desde el día uno. ¿El resultado?, nuestro primer subcampeonato del mundo en cualquier categoría. 

De México 1971 a Australia-Nueva Zelanda 2023 se ha producido un cambio enorme, falta ver cómo es que los medios cubrirán este mundial histórico que está destinado a romper todos los récords que se han formado en todos estos años. Nosotras estaremos listas para alentar a nuestra selección y leer sobre ellas y las demás selecciones todo ese mes, el mes más emocionante para les seguidores del llamado “el deporte más hermoso del mundo”. 

Queremos poder levantarnos en la mañana de domingo y ver que este día tan sagrado deportivamente ya no solo es de ellos, sino que también podemos ver, de talante y en medio, al deporte femenil, en su lugar, justo donde pertenece.