POR VIOLETA ALVA

Sin duda, Paco Jémez vivió al cien por ciento la victoria de Cruz Azul ante Necaxa.

Y es que desde el pitazo inicial, el estratega de la Máquina no pudo quedarse quieto ni un sólo segundo.

Manoteó, gritó, exigió a sus futbolistas que fueran al frente y que aprovecharan los espacios que se abrían en la cancha de los Rayos.

Incluso, al final del primer tiempo, el español reclamó a uno de los baloneros que se encontraban a lado de su banca.

El segundo lapso fue de mayor intensidad para el DT, que portaba un elegante traje color azul, pues era muy raro cuando se mantenía dentro del área técnica.

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Manotazos, gritos, indicaciones, continuó con el ritual.

Lamentó la falta de contundencia de los cementeros e imploró que metieran una más. Eso sí, el gol de Adrián Aldrete lo celebró como nadie.

Después de su primer partido al frente del conjunto cementero, parece que será un torneo lleno de emociones para el originario de Las Palmas.