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11, junio 2020 - 8:03

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Jabulani

POR MARCO TREJO MONTOYA

‘Es horrible’, ‘la peor pelota’ ‘una vergüenza’, ‘un desastre’, ‘una pelota de playa’ fueron declaraciones de Julio Cesar, Fernando Muslera, Gianluigi Buffon, Giampaolo Pazzini e Iker Casillas con respecto al balón oficial de Sudáfrica 2010: El Jabulani.

Antes de que iniciara el certamen en Johannesburgo la cantidad de críticas que había recibido eran interminables, incluso, se elaboraron diversos estudios que comprobaron lo impredecible que podía volverse tras superar los 72 kilómetros por hora.

Durante el certamen la polémica continuó: “Jugar con esta pelota es imposible. Es imposible agarrarla”, expresó Diego Maradona, entonces técnico de Argentina.

Jabulani significa ‘celebrar’ en el idioma zulú, uno de los once oficiales del país. Se creó la redonda con el mismo número de colores por las comunidades de la nación y los jugadores que saltan a la cancha.

La Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 significó un hito por ser la primera que se efectuó en territorio africano; cuando la pelota rodó por primera vez aquel 11 de junio, África se convirtió en el cuarto continente que efectuó la máxima fiesta del futbol.

El torneo quedó a deber en cuanto a goles, ya que en la historia sólo se ubica arriba de Italia 90 (2.21) en promedio de tantos (2.27). En teoría, todos aseguraron que las características de la esférica traerían una mayor cantidad de anotaciones, pero al final se equivocaron.

Los atacantes también revelaron lo complicado que fue adaptarse al esférico. Para los porteros significó una odisea; por lo menos en cinco anotaciones se percibió un efecto fuera de lo común del balón.

Sólo España y Holanda entregaron un futbol vistoso en la mayor parte de sus actuaciones. La Roja se convirtió en el primer combinado nacional que se corona a pesar de haber caído en su partido inaugural.

LA FIGURA

David Villa quedó empatado con tres jugadores en la cima de la tabla de goleo tras anotar cinco tantos, y si bien todos recuerdan el cabezazo de Carles Puyol que metió a La Roja en la final tanto como la anotación de Andrés Iniesta que les dio el campeonato, el ‘Guaje’ con sus solitarios goles ante Portugal y Paraguay metió a la selección hasta las semifinales.


LA SORPRESA

Pocos imaginaron que Uruguay llegaría hasta semifinales del torneo, pero Óscar Washington Tabárez junto a un equipo sólido en cada posición. Fernando Muslera, Diego Godín, Diego Forlán y Luis Suárez metieron al combinado charrúa a la siguiente fase como líderes de grupo.

En octavos despacharon a Corea del Sur y en cuartos quedó enmarcada la mano de Luis Suárez para evitar que Ghana doblara a su portería al minuto 121’; en una pelota parada y tras una serie de rebotes el ‘Pistolero’ sacó un balón cuando el guardameta estaba vencido. En la ejecución Asamoah Gyan reventó el larguero con su disparo y el resto es historia; en penales se impuso la celeste.

Para las semifinales, un cuadro uruguayo con la autoestima en lo más alto le jugó de tú a tú a la poderosa Naranja Mecánica y aunque perdió 3-2, se fue con la frente en alto. Los charrúas fueron la selección que más lejos llegó de CONMEBOL.

LA DECEPCIÓN

Italia llegó como el vigente campeón del mundo y se fue de Sudáfrica lleno de vergüenza tras sólo sumar dos puntos en un grupo que, en el papel, no lucía muy complicado con Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda.

La Azurra se ha olvidado de su historia triunfadora, ya que en Brasil 2014 la historia se repitió y ni siquiera calificaron a Rusia 2018.

EL TRI VOLVIÓ A CHOCAR CON PARED

México quedó sembrado en el Grupo A con Sudáfrica, Francia y Uruguay. Rafael Márquez salió al rescate del TRI en el partido inaugural que finalizó con empate a un gol ante el anfitrión.

Después de un funcionamiento que quedó a deber, la selección mexicana desplegó su mejor futbol del torneo ante una Francia llena de problemas internos. Al final con goles de Cuauhtémoc Blanco y Javier Hernández el cuadro dirigido por Javier Aguirre triunfó.

México había dominado a Uruguay en partidos oficiales durante la década con dos triunfos y un empate, pero en el máximo certamen volvió a decepcionar y sucumbió 1-0.

En octavos de final se encontraron con su némesis en 2006: Argentina, esta vez la historia fue diferente; lejos de dar la pelea como en Leipzig, la albiceleste dominó el encuentro y venció 3-1.

EN EL OLVIDO

Por lo menos tres estadios que organizaron la competencia le cuestan millones de dólares en mantenimiento al gobierno sudafricano y se encuentran en el olvido o reciben escasos eventos. En esta situación se encuentran los recintos de Johannesburgo, Peter Mokoba y Cape Town.

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