La seleccionada nacional de natación Mónika González-Hermosillo, aseguró que sigue persiguiendo su sueño que es asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y esa meta sigue intacta.

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La mexiquense consideró que a pesar de haberse pospuesto los juegos de verano y el no haber logrado entrenar más de tres meses, luchará para llegar a Tokio.

“Por suerte tengo el apoyo incondicional de mi familia y de mis entradores para perseguir mis sueños, antes de la pandemia me encontraba en buen lugar y en mi mejor forma física, pero lo mejor es que no tendré que hacer tantos cambios sino continuar lo que estaba haciendo antes de la cuarentena en mi camino a Tokio”.

La especialista en los 200 metros combinado, prueba que busca la marca A, tendrá que bajar dos minutos de lograr su boleto a la justa olímpica, su mejor tiempo es 02:14.54.
Sin embargo, la nadadora confesó que tuvo mucha incertidumbre que la afectó de manera mental y físicamente.

“También fue un gran cambio de planes para mi, tenía pensado que este verano y después de los Juegos Olímpicos retirarme y empezar mi carrera profesional y con el aplazo de los olímpicos tuve que aplazar todo, pero por otro lado tengo la suerte de tener una año más en el deporte”.

EVENTOS POSPUESTOS

La pandemia del Covid-19 canceló por completo toda actividad deportiva, la medallista panamericana de Lima 2019, aseguró que fue difícil la cuarentena ya que todavía compitió a principio de marzo y poco a poco empezaron a cerrar todos los complejos deportivos.

“Las competencias se cancelaron ya también nos empezaron a cerrar las albercas para entrenar y prohibir que nos entrenaran, al principio estábamos entrenando en una alberca que nos prestaron en un jardín que era de un carril y de 25 yardas, pero cuando después pusieron ordenes de quedarse en casa ya no pudimos entrenar en esa alberca y ya no tuvimos ningún lugar para entrenar”.

González-Hermosillo tuvo que viajar a La Florida para continuar con sus entrenamientos, ya le dieron la oportunidad de entrenar en ese estado junto con dos compañeros de la selección mexicana de natación.

“Vivo en Texas y ahorita tuvimos la oportunidad de venir a La Florida con una de mis compañeras de la Universidad Texas A&M y su ex entrenador está aquí y nos abrió las puertas, por el momento tenemos un buen lugar para entrenar y lo hacemos de dos a cuatro horas al día, pero todavía no tenemos acceso a instalaciones para hacer trabajo de pesas”.

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