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Mira

21, agosto 2020 - 15:56

┃ Yael Rueda

campeon

Foto: Reuters

Diego Carlos observó la pelota que acababa de ser cortada por la defensa del Inter, la midió con toda calma y solamente él sabía la genialidad que estaba en camino. El zaguero se tiró una espectacular tijera que con la complicidad de Romelu Lukaku terminó por incrustarse en la red de Handanovic para darle al Sevilla su sexto título de la UEFA Europa League, esta ocasión a costa de un Inter de Milán que partió como favorito y que vendió cara la derrota.

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La segunda competencia de mayor importancia en el viejo continente solamente tiene un rey y nadie le hace sombra, el Sevilla es el máximo ganador del torneo y no sabe lo que es la derrota en ninguna de las finales que han disputado ¡Seis gritos por el rey!

El mundo soportó más de tres meses sin futbol y la vida lo recompensó con una final intensa, en la que el round de estudio no existió en ningún momento.

Inter de Milán salió bravo al terreno de juego para propinar el primer golpe. Nicolo Barella filtró para Romelu Lukaku, la corpulencia y el poderío del belga fueron suficientes para encarrilarse hacia el área. Diego Carlos intentó frenarlo fuera del área, pero no tuvo la suerte suficiente y se sancionó la pena máxima por un pisotón. El propio Lukaku tomó la pelota y disparó raso y potente a la izquierda, la estirada de Bono fue inútil ante la colocación que imprimió el belga.

Sevilla cayó a la lona, pero no tardó en levantarse y también conectó golpes de poder. Desde la banda derecha llegó la pelota hacia la olla, la defensa del Inter se confió y Luuk de Jong se lanzó de palomita para anticipar. El cabezazo fue un auténtico martillazo, Handanovic alcanzó a tocar la pelota, mas no fue suficiente para evitar el gol, la pelota terminó por colarse en la red.

El cuadro italiano no aprendió la lección y de Jong volvió a hacer de las suyas por aire, su mejor virtud. Tiro libre en los linderos del área, Éver Banega mandó un centro hacia el segundo poste, ahí apareció completamente solo de Jong, el ariete conectó un cabezazo con destino al poste más lejano y la mandó a guardar.

El equipo de Antonio Conte no se quedó de brazos cruzados, hicieron una calca del gol de los españoles. Brozovic tomó la pelota y mandó trazo venenoso a segundo poste, Diego Godín saltó más que su marcador y llegó a tiempo a la cita con la pelota, Bono ni siquiera vio venir la pelota y los cartones se igualaron en el enfrentamiento.

Con la llegada del segundo tiempo, las revoluciones del partido bajaron con la intención de cerrarle los espacios al equipo rival, por lo que el duelo se trabó en la media cancha.

La jugada de mayor peligro llegó cuando un rebote dejó a Romelu Lukaku de frente al arco y completamente solo, el belga corrió a toda marcha y Bono achicó perfectamente ante la llegada del ariete, el pie del arquero salvó a los españoles del tercer gol en contra.

Solamente una genialidad podía terminar con la paridad en la gran final de la Europa League. Éver Banega lanzó centro hacia el segundo palo, la defensa cortó, pero no de manera correcta, la esférica quedó a la deriva, Diego Carlos la midió y se lanzó una tijera espectacular, Romelu Lukaku intentó terminar con la trayectoria de la pelota y la desvió a su propia puerta. ¡Toda España explotó en júbilo!

Antonio Conte intentó refrescar la ofensiva de su escuadra, pero el Sevilla supo cerrar bien los espacios y en las últimas aproximaciones, Bono intervino de manera correcta, no hubo oportunidad de más, el Sevilla se consagró campeón de la competencia.

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