Foto: Mexsport

Una de las noticias más destacadas del fin de semana fue el empate que obtuvo Pumas ante los Tigres en Nuevo León, con seis menores de 22 años, siendo cinco de ellos de extracción felina. Andrés Lillini, técnico auriazul, apostó por un mediocampo de canteranos, con Érik Lira y Amaury García, quienes no suman ni 200 minutos en la Liga MX. Ahora, para su buena suerte, recuperó a cuatro titulares: Andrés Iniestra, Alejandro Mayorga, Juan Pablo Vigon y Luis Quintana, quienes fueron titulares mientras su salud estuvo en óptimas condiciones. Pudieron ser cinco, pero Mozo fue suspendido por indisciplina.

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Si bien es una grata noticia para la institución que estén en el punto más cercano a tener plantel completo, ahora se genera un problema en la mente del estratega felino. Encontró solidez en sus juveniles, a quienes conoce a la perfección, pero, para las victorias, tal vez necesite elementos de mayor experiencia.

Para Antonio Torres Servín, ex técnico de Pumas, es injusto criticar y valorar el trabajo de un estratega si no se tiene plantel completo ni tiempo para planificar un torneo, sobre todo cuando cada semana hay bajas por diversas circunstancias.

“No es justo, por todas las situaciones que se están dando. No podemos perder de vista que el técnico vive del resultado. Si nos pasamos al otro lado, los clubes necesitan victorias inmediatas por todo lo que sucedió y los temas económicos, hasta de patrocinios. Mi opinión es que no es justo, mucho menos tan temprano en el torneo”, dijo a ESTO.

A la distancia, pero involucrado en el gremio desde la dirección técnica del Antigua, de Guatemala, Servín aseguró que es normal la irregularidad de los equipos. Señaló como principal factor a una pretemporada inédita, donde entrenaban en pequeños grupos y no todo el plantel completo.

“No es lo mismo hacer un entrenamiento bien coordinado desde la pretemporada. Ahí se comprueba y se confirma que se puede estar bien preparado y siempre hace falta el trabajo de cancha. Eso ha causado que los equipos tengan altibajos. Todos tienen contagiados y lesionados. En un torneo normal, donde das tres semanas de descanso y luego una pretemporada de un mes, cuesta trabajo arrancar. Tiene que ver mucho el tema del tiempo que se paró de entrenar en grupo”, señaló.

Para el dilema de Andrés Lillini, ahora deberá decidir entre sus pupilos de toda la vida o los elementos de experiencia. En el lugar de los cuatro que se recuperaron, jugaron Nicolás Freire, de central; Jerónimo Rodríguez, de lateral; Érik Lira, y Amaury García, en el mediocampo. Justo en esa zona puede estar su principal dolor de cabeza. Érik Lira sorprendió a todos y Facundo Waller entró y dio mucho equilibrio al grupo, en Nuevo León. Ante la recuperación de Andrés Iniestra y Vigón, deberá elegir entre los cuatro para conformar la parte media de su esquema.

Para este cotejo, Jerónimo Rodríguez y Sebastián Saucedo no podrán ser considerados por molestias físicas, sin embargo, ambos tenían un rol de suplentes bajo las indicaciones de Andrés.

LA CANTERA ES CLAVE

Ante la situación que se vive dentro del futbol mexicano, Antonio Torres Servín, ex entrenador de Pumas y actual estratega del Antigua, en Guatemala, tiene claro que la clave está en los jóvenes. Destacó que, ante las constantes bajas de los equipos semana a semana, la fórmula está en poder entrenar con los juveniles para que entren y el grupo no desentone.

“Tienes que tener un plantel amplio y llamar jugadores de la Sub-20, por si los del primer equipo no te alcanzan. Para eso debe existir un trabajo coordinado en las inferiores para que perjudique lo menos posible”, dijo.

Servín hizo énfasis en que una o dos bajas, mientras no sean los jugadores fundamentales del equipo, no se notan. Destacó que cuando el número aumenta, el desarrollo del equipo en el partido se puede ver comprometido.

“Sí afecta, porque te dicen que son tantos jugadores y debe cambiar casi medio equipo. Aquí hemos trabajado que todos jueguen a lo mismo, por si nos llega a suceder un caso parecido, estar preparados y no cambiar drásticamente lo que se programó. Esto para que no se noten las ausencias. Si planeas el partido y te tocan a dos titulares, casi no se nota, pero si tienes cuatro o cinco bajas, te cambia mucho”, finalizó.

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