Ya solo queda un Campeón de peso Crucero y es de sangre cien por ciento mexicana. Santos Escobar cumplió con la promesa de mantenerse como el rostro de la división y derrotó en una emocionante lucha de escaleras a Jordan Devlin. El único Campeón Crucero de la marca dorada festejó junto al Legado del Fantasma y junto a su hijo, cómo cambian las cosas, hace unos años su vástago vio perder la máscara del Hijo del Fantasma, ahora celebró una de las victorias más importantes de su padre.

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La lucha comenzó técnica en el encordado, los dos luchadores hicieron recordar un poco la lucha libre con el llaveo y contrallaveo, un territorio que llevó a Santos Escobar a dominar desde el principio. Poco a poco, las acciones comenzaron a subirse de tono, Escobar comenzó a utilizar escaleras para castigar a su rival y una vez que logró maniatarlo lo llevó a la zona de ringside para continuar con la ofensiva.

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Debajo del encordado, Santos Escobar utilizó los muros de protección y las rejas para causarle daño a su rival. La realidad es que el mexicano se mostró dominante desde el principio de la lucha. Cuando Santos Escobar buscaba aplicar una catapulta contra las escaleras, fue cuando Jordan Devlin revivió por unos momentos. El irlandés logró usar el impulso para escalar hacia la cima en la que se encontraban colgados los cinturones, pero no logró asegurar la victoria en ese acto de viveza, aunque sí logró castigar con un DDT desde todo lo alto.

El dominio de Devlin duró poco, Escobar se sobrepuso y retomó el control de las acciones, incluso se dio el lujo de hablar un poco en español.
“Yo soy el más cabrón de aquí. Esto querías ¿no?”, cuestionó a su rival que estaba tendido en la lona.

Devlin pudo hacer daño en cuanto se levantó y con un mortal hacia atrás dejó fuera de combate a Escobar. Jordan se disponía a bajar los campeonatos cuando El Legado del Fantasma apareció para ayudar a su líder.

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Una vez que ambos gladiadores pudieron incorporarse, subieron a lo alto de un par de escaleras, Devlin intentó ganar con un spanish fly, pero no fue suficiente, el mexicano se volvió a poner de pie y regresó a la contienda, en el intercambio de golpes, en lo alto de la escalera, Santos Escobar lanzó desde lo alto a su rival, quien impactó con otra escalera que estaba colocada en el esquinero. El mexicano simplemente descolgó los cinturones y se convirtió en único monarca de la división crucero.

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