Foto: Mexsport

Pumas y Tigres se verán las caras este fin de semana, pero más allá de la historia reciente que existe entre ambos, en juego estará seguir con vida durante este Guard1anes 2021. Los de Nuevo León hicieron su trabajo y vencieron a Juárez a mitad de semana, por lo que el duelo se volvió de alto riesgo. El que deje puntos en el camino, podría ver mermado su sueño de avanzar a la siguiente fase, por lo que ambas escuadras tienen prohibido perder.

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A raíz de la Final que jugaron en el 2015, la rivalidad entre los felinos tomó mucha fuerza y trascendencia. Se magnificó con la polémica venta que hizo Rodrigo Ares de Parga, ex directivo de los Pumas, cuando le dio salida a Ismael Sosa, referente del equipo, por problemas económicos tras mantener al plantel de la Copa Libertadores. Tiempo después, el argentino volvió a CU para marcar varios goles y para eliminar al equipo de sus amores de la Liga de Campeones de la Concacaf, una de tantas veces donde los de la capital no pudieron con los regios.

Empataron a dos goles con el equipo de Ferretti en el juego de ida, pero en la vuelta, en el Volcán, cayeron humillados 5-0, situación que dejó dolida a toda la ficción y con el sentimiento de rechazo hacia el equipo regio. La única buena sonrisa que lograron tener ante dicho equipo fue en el Apertura 2018, en los cuartos de final. Perdieron el juego de ida en Nuevo León, pero le dieron la vuelta en Ciudad Universitaria 3-1, lo que les permitió avanzar a la semifinal.

En los últimos partidos existe una clara paternidad de Tigres sobre Pumas. De cuatro cotejos, presumen tres triunfos sin goles en contra y sólo un empate, sin ningún triunfo para el equipo de la capital que representa a la máxima casa de estudios del país. Andrés Lillini y sus pupilos deberán romper no sólo con la racha, sino con toda la historia que acarrea la rivalidad, a la que se le suma el factor Carlos González.

Al igual que con Ismael Sosa, Carlos González fue vendido a los Tigres bajo la consigna de “sanar finanzas”. El jugador no quería salir, la afición tampoco quería que saliera, pero la directiva, tras la pandemia, no tuvo mayor remedio para conseguir liquidez para la institución. Así como Ismael Sosa lo hizo tras el 2015, ahora el delantero paraguayo volverá a donde fue feliz y se reencontró con el amor por el futbol.

De entrada, parece que ninguno ganó con la negociación. Ni Carlos, ni Pumas y mucho menos Tigres. El atacante no vive su mejor momento al lado de André-Pierre Gignac, y hasta dan la sensación de que se estorban en el campo. La titularidad no está garantizada, aunque tendrá ganas de hacerle gol a Pumas para que vean lo que dejaron ir.

Será un duelo de más de tres puntos, de orgullo, de recuerdos y de paternidades. Tigres visita la capital, donde no tiene la mejor de sus suertes, pero enfrenta a Pumas, equipo del que siempre saca buena renta. Vuelve Carlos González a su casa, como alguna vez lo hizo Ismael Sosa. El argentino hizo gol, ¿podrá el paraguayo igualar su marca?

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