Marco Montoya

FOTO: Carmen Mandato | AFP

Puede ser en el guante, los tenis, la protección de su codo, espinillera o en las cuatro, cada que Alex Verdugo salta a los diamantes de las Grandes Ligas muestra los colores de su país: México.

Quizá nació en Tucson, Arizona, y no habla español, pero en cada oportunidad demuestra que está orgulloso de ser mexicano. Por ley lo es, su padre nació en Hermosillo y el Artículo 30 de la Constitución indica que eso basta.

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“(Son mexicanos) los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos, de madre mexicana o de padre mexicano”, indica la Carta Magna nacional. La barrera del idioma ha causado que el patrullero de los Medias Rojas de Boston sufra comentarios despectivos.

A Verdugo le cuesta ignorar lo que algunos aficionados opinan de él: “Cuando no hablas español, pero eres mexicano, todos dicen estupideces como ‘oh, tú eres blanco’ y todo eso”, mencionó.

Aun así, lejos de despreciar sus raíces, se aferra a ellas. Para que alguien se dé cuenta de qué tan arraigada siente la bandera tricolor únicamente es necesario observar un turno al bat de Verdugo.

Vicente Fernández ha retumbado en el Dodger Stadium y ahora lo hace en el Fenway Park, cuando Alex debe pararse en la caja de bateo del mítico inmueble de Boston suena la canción ‘Volver Volver’, tema que compuso el legendario cantante de música ranchera, ésa es su melodía de entrada.

Si hay mexicanos en las tribunas, de inmediato se nota, la melodía enciende el ambiente del público latino en las gradas.

Antes de que le lancen la pelota, el patrullero le dará con el bat algunos golpes a sus spikes para sacudirse la tierra. Sus tenis captan la atención por tener los colores verde, blanco y rojo de la bandera. En la parte del tobillo el par completa la palabra ‘bendición’, término que fortalece su vida espiritual.

Verdugo se previene de los pelotazos con dos protecciones, una en la espinilla y otra en el codo. Ambos también lucen los tonos que identifican a México. En el caso del accesorio que utiliza en el brazo, muestra el emblema tricolor con todo y el Águila Real.

Ya sea con el madero o la manopla, siempre porta algún objeto inspirado en el país. Cuando debe resguardar el prado izquierdo, su defensa recae en un guante que también luce los colores patrios.

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Todos los beisbolistas nacionales en las Grandes Ligas se enorgullecen de su origen, pero ninguno lo luce tanto como el pelotero de los patirrojos.

Por si faltara algo más, ya se ha puesto la franela de la selección. En 2017, antes de debutar en la MLB, disputó el Clásico Mundial de Beisbol. Aun así, todavía hay quienes consideran que no es mexicano.

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