JAVIER JUÁREZ

Foto: Adrián Macías | Mexsport

Pumas nunca se adaptó al campo, la nieve, el pasto sintético fueron sus principales rivales, pero también contó el adversario, el New England Revolution enseñó estar bien ensamblado, el resultado fue una derrota de 3-0 y se quedó corto, los universitarios se vieron inofensivos, los futbolistas patinaban, los balones les rebotaban, enfrente el cuadro local se sintió a gusto, hasta muñecos de nieve pudieron haber hecho, ellos estaban felices.

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La Concachampions se les escapa a los auriazules, falta el juego de vuelta en los cuartos de final, pero tienen que ganar y no permitir que les hagan más daño, otro gol del equipo de la MLS provoca que Pumas tenga que hacer cinco goles, el mejor escenario es recibir a los estadounidenses a las 12:00 horas en Ciudad Universitaria, que se sofoquen, pero eso no es posible, los horarios están establecidos y tienen que jugar en la noche.

Pumas está herido y eso que el New England Revolution no fue tan contundente, el marcador pudo ser 4-0 o 5-0.
La revolución la inició Sebastian Lletget, la pareja de Becky G, antiguo compañero de Javier Hernández en el LA Galaxy y seleccionado estadounidense, apareció en el área y le pegó raso a un balón que le pasó Carles Gil.

New England aprovechó las condiciones climáticas, el termómetro marcó 0 grados centígrados, el frío no fue tan intenso, pero la nieve les complicó el juego a los universitarios. El balón fue amarillo para que se distinguiera en el campo.

El cuadro local se dio un festín de pases y jugadas de peligro, Brandon Bye y Adan Buksa fueron los elementos más insistentes, Jerónimo Rodríguez y Alan Mozo se vieron superados en las bandas.

Alfredo Talavera dio un susto al tirarse al pasto, una lesión estuvo latente, pero el portero pudo seguir en el partido. El resto del juego fue similar. New England Revolution encima, Gustavo Bou tuvo dos ocasiones claras, la Pantera le tiró toda la nieve en un disparo al poste y en la siguiente jugada marcó, pero en fuera de lugar.

El 1-0 estaba quedándose corto, Adam Buksa tras intentarlo mucho marcó el 2-0 y en el último suspiro de juego el 3-0.

Andrés Lillini ocupó a todos sus elementos disponibles, pero el experimentado Bruce Arena le ganó la partida. La losa es pesada.

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