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30, abril 2022 - 6:00

┃ Marysol Fragoso

Cinco villitas niños toreros

POR MARYSOL FRAGOSO

FOTOS CORTESÍA

Hace una década se inauguró la plaza de toros Cinco Villas, en Santiago Cuautlalpan, Estado de México. Ahora, los señores Luis Marco Sirvent y Lucero Domínguez construyeron Cinco Villitas un coso con todos los requerimientos y servicios para que niños y niñas de entre cinco y trece años de edad puedan torear cómodamente. Es una apuesta por el futuro de la fiesta.

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Existen muchas escuelas taurinas en la geografía taurina pero ninguna cuenta con un tipo de inmueble acorde a las medidas antropométricas de la infancia que desea tener contacto con la tauromaquia. Cinco Villitas es un referente toda vez que es la primera en su tipo a nivel mundial. Ahí, radica su importancia ya que fomenta la afición del toreo mexicano de manera didáctica y reivindica el derecho de niños y niñas a practicarlo o a presenciarlo.

El ruedo tiene solamente 19 metros de diámetro, las tablas que delimitan el callejón son de 1.10 metros de altura. A manera de comparación en la Monumental Plaza México, el ruedo tiene 43 metros de diámetro y las tablas 1.50 metros de altura.

El nuevo coso para chavales y chavalas cuenta con puerta de cuadrillas, de arrastre, así como de toriles para que salten al ruedo los becerros para la lidia, palco para el juez y para la banda de música. En las gradas pueden estar cómodamente sentados 250 niños.

La visionaria idea troquelada en alta calidad y con buen gusto en su construcción, desemboca en un semillero para formar pequeños y enterados aficionados taurinos que presenciarán las faenas que llevarán a cabo sus toreros contemporáneos; todos integran las nuevas generaciones del toreo.

Para la inauguración se presentó un espectáculo íntegro, llevado a cabo en su totalidad por infantes. Desde las autoridades: se instruyó al juez y a su asesor juvenil. La música estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Infantil de Huamantla, hubo un narrador: el menor Salvador Santoyo, alguacilillos que montaron caballos enanos, becerristas con sus respectivas cuadrillas, monosabios, areneros, etc.

El matador español Juan José Padilla brindó una clase práctica y luego se desarrolló una becerrada con la lidia de seis ejemplares de la ganadería Maravillas.

Tomaron parte Guillermo Veloz “El Pausao II”, La “Princesa Maya”, Daniel Iván “El Dany”, Diego Medina, Antonio Pérez y Alejandro Moreno “Castellita”.

Al término de ese primer evento formal “El Dany” y “Castellita” obtuvieron dos orejas simbólicas cada uno y salieron a hombros. Todo en concordancia con el concepto infantil. En conclusión: es un paraíso para el toreo infantil.

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Los monosabios y areneros también son chavales

La fiesta brava también tiene exponentes en el renglón infantil. Son varias las escuelas taurinas en donde se forjan los matadores del mañana, aunque también hay niños que aprenden y desarrollan el abc del toreo, al lado de sus padres quienes desarrollaron o aún practican esa actividad. 

Ese es el caso de Santiago Peláez Servín y Christian Aparicio Vieth, ambos rondan los siete años de edad, son capitalinos y sus padres les autorizan poder torear. El primero es hijo del otrora novillero y actual apoderado Alejandro Peláez, quien representa al matador José Mauricio y al novillero José Saenz; y el segundo es hijo del matador Christian Aparicio y de la actriz Michelle Vieth. 

La pregunta obligada es: ¿Por qué desean ser toreros, sabiendo que hay mucha gente que rechaza esta profesión? : “Porque sé que nací siendo torero y así me siento desde chiquito”, respondió Santi y agregó: “He toreado en las ganaderías San Isidro, Ayala y La Joya, admiro a toreros como José Mauricio, Calita, José Sainz y Michelito Lagravere, quiero ser matador, como ellos, pues es lo mejor que existe en el mundo”. 

Por su parte, Christian dijo lo siguiente: “Cuando te ves cara a cara con un toro, es muy padre, yo siento una gran emoción, porque los toros son un animal majestuoso”. Apuntó: “Como  toreros admiro a mi papá Christian Aparicio, al Cala, a Morante y al Juli”, agregó: “De cariño me dicen Kiki y me gustaría poder torear toda mi vida”, remató. 

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