RUBÉN BERISTAÍN

FOTO:  JOSÉ LUIS MELGAREJO| MEXSPORT

Su nombre ha quedado inscrito con letras de oro. Bruno Valdez se confirmó como el defensa más goleador en la historia de las Águilas. El paraguayo marcó en la octava jornada del Clausura 2022 ante los Gallos Blancos de Querétaro y a pesar de que no pudo gozar con un triunfo de su equipo, sí pudo hacerlo a nivel personal al llegar a 27 anotaciones y superar lo hecho por Alfredo Tena.

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“Estoy orgulloso por superar al Capi Furia, un histórico del club, un gran jugador, ser humano, que me tocó conocer aquí en el club, muy feliz por eso. Yo no sabía de sus 26 goles, en el torneo que salimos campeones hice siete y en ese momento me di cuenta que fueron anotaciones muy importantes. Cuando marqué 20, ahí me di cuenta que estaba el récord cerca y que podía superarlo”, expresó el zaguero.

“Me fui motivando, me llegó la lesión cuando tenía 25 goles y dije creo que no lo alcanzaré, pero estando fuera valoras más, me mentalicé, preparé, me sigue costando estar a mi nivel”, añadió.

Su hazaña la consiguió en el peor escenario del conjunto americanista, donde son más críticas que los elogios, debido al pésimo momento que vive el equipo, que incluso provocó el cese del técnico Santiago Solari. Por esa misma razón, Valdez lo festejó como nunca lo había hecho. “Me descargué por muchas cosas, por cómo está el equipo, por todo lo que se dice. Queremos sacar el equipo adelante, ganar y por la situación festejé con mucho corazón”, dijo a las redes sociales del club.

Cada festejo no ha sido obra de la casualidad. El guaraní lo entrena a diario. “A mi me gusta hacer goles de pelota parada. Yo trabajo en la semana, me gusta mucho buscar la posición de la pelota, me preparo para conseguir los goles y ayudar al equipo. Es una herramienta que si trabajamos bien entonces nos ayudará a marcar más, ojalá que se pueda dar”, aseveró.

Recientemente, el zaguero cumplió 200 partidos con América, un logro que tampoco muchos pueden presumir. “Yo llegué al club, sabía que venía a uno muy importante, al más grande de México, que necesitaba demostrar porque me estaban trayendo. Poco a poco me fui ganando el cariño de la gente, a mi estilo, no es fácil jugar y mantenerse en esta institución”, cerró.

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